MADRID, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las tres sociedades españolas de médicos de Atención Primaria, semFYC, SEMERGEN y SEMG, han denunciado las "diferencias" autonómicas que se están produciendo actualmente en España en el acceso a nuevos anticoagulantes orales para la prevención de ictus en la fibrilación auricular no valvular, y defienden que son profesionales capacitados para prescribirlos sin necesidad de un visado de inspección expedido por el especialista.
Según aseguran en un comunicado conjunto, actualmente hay comunidades como Madrid, País Vasco, Cataluña, Galicia o Andalucía donde estos profesionales pueden recetar estos fármacos, tales como dabigatrán o rivaroxaban.
En cambio, en otras --hasta siete, aunque no precisan cuáles-- se exige para su prescripción un visado de inspección del especialista, un sistema puesto en marcha en los años 70 para evitar desviaciones de prescripción de algunos medicamentos que los médicos de Atención Primaria consideran "obsoleto".
"La Atención Primaria es el ámbito idóneo para racionalizar la prescripción y priorizar a los pacientes", reconocen las tres entidades, que denuncian que este mecanismo está "privando" a los pacientes de "una de las mayores innovaciones recientes en terapéutica cardiovascular", tanto en lo que respecta al propio beneficio del tratamiento como a las implicaciones clínicas y de pronóstico que conlleva.
De hecho, según advierten, la no utilización de estos fármacos les supone "un problema ético de gran calado" ya que se han dado casos de pacientes que han recibido "tratamientos alternativos poco tranquilizadores, bien por su falta de evidencia o bien por su escaso beneficio", tales como las heparinas o la antiagregación, opción que ellos mismos reconocen que "no debiera utilizarse en la actualidad".
Los médicos de familia han denunciado que este problema con los visados también está afectando a otras familias de fármacos, y alertan de que la vigencia de este sistema hace que se "sobrecargue más aún" a otros especialistas, como cardiólogos, internistas, neurólogos o geriatras.
"No creemos que sea necesario ni aconsejable sobrecargar más aún a otros especialistas con la toma de una decisión terapéutica que le corresponde al médico de Familia", han afirmado, al tiempo que admiten que "debe ser el propio médico de Familia el que, basándose en su criterio profesional, derive a determinados pacientes a estos especialistas, si el caso lo necesitara".