ATLANTA, 22 Ago. (Reuters/EP) -
Los dos misioneros estadounidenses ingresados hace dos semanas en el hospital universitario Emory de Atlanta después de contraer el virus del ébola trabajando en dos ONG cristianas en Liberia, ya no suponen un riesgo para la salud pública, según ha informado el director de la unidad de enfermedades infecciosas del Hospital Universitario Emory, el doctor Bruce Ribner.
En unas declaraciones ofrecidas después del alta de ambos misioneros, Ribner ha explicado que el doctor Kent Brantly y Nancy Writebol han sido dados de alta después de que los análisis de sangre no evidenciasen la presencia de la enfermedad y bajo asesoramiento de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades.
Ribner no ha podido decir si las drogas experimentales empleadas en los pacientes les han ayudado a sobrevivir. "La respuesta honesta es que no tengo ni idea", ha dicho. Igualmente, ha asegurado que la "clave" de la recuperación de los pacientes ha sido el "agresivo respaldo médico" que los trabajadores del Emory les han podido proporcionar de manera más efectiva que en África.
"Siempre estaré agradecido a Dios por preservar mi vida", ha dicho Brantly, que trabajaba para la ONG estadounidense Samaritan's Purse, en su primera aparición pública desde su ingreso. El grupo misionero estadounidense SIM, por su parte, ha dicho que Writebol ha dejado el hospital y descansa junto a su marido en un lugar no revelado.
"Nancy está libre del virus, pero los persistentes efectos de la batalla le han dejado en una condición signitificativamente débil", ha dicho su marido, David Writebol. "Hemos decidido que sería lo mejor dejar el hospital de manera privada para poder darle el descanso y recuperaciÓn que Necesita en este momento", ha añadido.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo el miércoles que 2.473 personas se han infectado del virus y 1.350 han muerto desde que se identificase este nuevo brote en África Occidental el pasado mes de marzo.
Hasta el momento no se han confirmado casos de enfermedad fuera de las fronteras de Guinea, Sierra Leona, Liberia y Nigeria, pese a que ha habido varios casos probables que han sido descartados posteriormente.