MADRID 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
El médico internista Juan Mora Delgado, del Hospital Universitario de Jerez de la Frontera (Cádiz), ha defendido el uso de la medicina digital para automatizar de forma masiva aquello que no necesita juicio clínico, como las tareas repetitivas y burocráticas, y para acelerar la investigación, con el objetivo de que estas herramientas permitan devolver tiempo, foco y calidad al acto médico.
"La medicina digital no solo es usar tecnología, sino ganar tiempo, precisión y, sobre todo, capacidad para tomar decisiones, para nuestros pacientes. Permite al médico centrarse en lo puramente clínico, un cambio de paradigma que necesitamos en nuestra profesión, nada futurista, sino poder trabajar mejor aquí y ahora", ha explicado Mora durante la II Reunión de Medicina Digital de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).
Para el especialista, usar de forma adecuada la medicina digital mejora la relación médico-paciente e incrementa la calidad asistencial. En este punto, ha advertido que también puede haber pacientes que acudan con diagnósticos diferenciales remitidos por ChatGPT ante los que los médicos no sepan argumentar. "Para esto también hay que estar listos", ha aseverado.
El Grupo de Medicina Digital de la SEMI está impulsando una transformación digital "responsable", basada en la evidencia científica y alineada con la realidad clínica, a fin de que estos recursos tecnológicos ayuden a potenciar y ampliar la labor del médico, sin sustituirlo en ningún caso, según ha informado el coordinador de este grupo, Ramón Puchades Rincón de Arellano.
Puchades ha señalado que la medicina digital no es igual a inteligencia artificial, sino que abarca un conjunto amplio de herramientas y enfoques tecnológicos aplicados a la salud, como la historia clínica electrónica, telemedicina, monitorización remota, realidad virtual, 'apps' clínicas o Big Data.
"La IA es una de esas herramientas dentro del ecosistema digital, que permite analizar grandes volúmenes de datos, extraer patrones, generar predicciones o sugerir decisiones clínicas. Su uso en medicina interna crece rápido, pero siempre debe enmarcarse en un contexto clínico, científico y ético riguroso", ha precisado el doctor.
OBSTÁCULOS Y TENDENCIAS
Juan Mora ha detallado en la ponencia 'Medicina Digital e Investigación: aplicaciones prácticas, novedades y limitaciones' algunos de los principales obstáculos que dificultan el despliegue de la medicina digital, destacando en primer lugar el desconocimiento. "Hay mucho potencial, pero poca formación práctica para los clínicos", ha explicado.
Asimismo, ha apuntado a la resistencia institucional para la implementación de algunas de las herramientas, sobre todo la IA, cuya aplicabilidad para el apoyo a la transcripción de una evolución u hoja de anamnesis aún es cuestionada. A esto ha sumado la falta de interoperabilidad real entre sistemas, explicando que si no se consigue que la información fluya entre herramientas y centros, el impacto de las nuevas tecnologías seguirá siendo limitado.
En cuanto a las tendencias de futuro de la medicina digital, Mora ha señalado el uso de copilotos clínicos personalizados, entrenados por los propios sanitarios en colaboración con equipo técnico especializado; la automatización masiva de tareas repetitivas, como informes, seguimientos, cálculos, citas y decisiones basadas en cifras concretas; el uso real de la IA en la toma de decisiones clínicas, no como sustituto, sino como apoyo experto; la formación práctica en IA e integración digital desde la residencia; y la revalorización del tiempo médico, gracias a herramientas que lo optimizan.
Además, en su intervención, el especialista ha explicado los beneficios que aporta la IA generativa a la investigación. "He acelerado mi forma de investigar. Puedo ir más allá de lo obvio, plantear estudios mejor definidos y reducir el tiempo entre la idea y el resultado. El trabajar con enfermedades prevalentes y pacientes reales, se traduce en impacto clínico", ha asegurado.
Al hilo, ha expuesto herramientas como los copilotos GPTs, modelos personalizados de IA que permiten redactar consentimientos informados, revisar artículos según las guías de publicación más exigentes y ayudar a ensayar la exposición oral de un póster o comunicación científica, "sin reemplazar al médico, sino ampliando sus capacidades. Son copilotos, no sustitutos", ha puntualizado.
También ha señalado la utilidad de los 'chatbots', que sirven para la toma de decisiones clínicas, como el que se está desarrollando sobre enfermedad tromboembólica con una beca de SEMI, o de la divulgación sanitaria con métodos disruptivos, como el vídeo generado o conversaciones con pacientes simulados con IA.