MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
La mayoría de los médicos de Atención Primaria (80%) asegura que sufre mayor presión asistencial que hace un año, según los resultados de una encuesta 'on line' realizada por 800 profesionales y que ha sido presentada en el 40 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), que se celebra del 17 al 20 de octubre en Palma de Mallorca (Islas Baleares) con el lema 'Tu salud, nuestra mejor receta'.
Además del aumento en el número de pacientes que deben atender, los médicos de Familia aseguran que la carga burocrática en la consulta también se ha elevado. De hecho, el 22,21 por ciento dice que el número de pacientes que tienen adscritos se encuentran entre los 1.000 y los 1.500 y un 40,46 por ciento entre los 1.500 y 2.000, en este último caso, se superaría el límite considerado como aceptable (cupo de 1500 pacientes).
Un 73 por ciento de los profesionales que han respondido afirman que atienden, de media, entre 30-50 pacientes cada día y un 14 por ciento llegan a tener en su consulta a más de 50 pacientes al día. Además, hasta dos tercios de los encuestados (un 65%) indican que más de 30 por ciento de los pacientes que atienden presentan una enfermedad crónica, con las consecuencias que eso conlleva.
Por otra parte, el trabajo ha puesto de manifiesto que casi un 90 por ciento de los socios de Semergen indican que el nivel general de la asistencia sanitaria en Atención Primaria en España está igual (49%) o, incluso, peor (39%) que hace un año; y un 97 por ciento señalan que la medicina de familia española no recibe la dotación presupuestaria apropiada.
LUCES Y SOMBRAS RESPECTO AL FUTURO
Al mismo tiempo, más de un 60 por ciento de los expertos que han respondido a este cuestionario se muestran poco o nada optimistas respecto al futuro de la Atención Primaria en España, pero hay un 32 por ciento que sí lo son.
A pesar de las dificultades para acceder a novedades tecnológicas, hasta un 72 por ciento han reconocido que ha incrementado en su práctica clínica el uso de nuevas tecnologías de salud 2.0, siendo aún mejorable el número de médicos que admiten recetar a sus pacientes aplicaciones móviles de salud (un 50% aún no lo hacen).
En cuanto a la colaboración e interrelación con la Atención Especializada, la mitad de los encuestados afirma que es buena, aunque todavía un 39 por ciento consideran que es malo. Se vislumbran, incluso, más dificultades que el pasado año para prescribir fármacos innovadores y/o acceder a nuevas tecnologías en Atención Primaria.
Un 61 por ciento indica que tienen las mismas dificultades, pero hay un 27 por ciento que aprecian aún más que en 2017. Como ejemplo práctico, aproximadamente la mitad aseguran que el visado de inspección para fármacos es simplemente un mecanismo de control con criterios economicistas y hasta un 21 por ciento creen que esto se interpreta como una desconfianza en el médico de familia.
Más de la mitad de los preguntados se quejan de tener acceso solo a algunas pruebas complementarias esenciales, si bien respecto a la colaboración con otros profesionales sanitarios, en la mayor parte de los casos se considera buena, pero mejorable, la colaboración de la AP con el farmacéutico comunitario.
"INCERTIDUMBRE" POR LA 'PRESCRIPCIÓN ENFERMERA'
Respecto relación con el personal de Enfermería, y específicamente sobre la próxima aprobación del Decreto de Prescripción Enfermera, que acreditará a las enfermeras para indicar medicamentos, un 50 por ciento de los médicos encuestados reconoce que le crea incertidumbre, pero también hay un 26 por ciento que lo aprecia como algo beneficioso, siendo marginal el porcentaje de socios de Semergen que lo aprecian como un obstáculo para la labor habitual del médico de Familia (7%).
Las sociedades científicas y la industria farmacéutica se reparten, casi en las mismas proporciones, la carga de formación que recibe el médico de familia (un 31 y un 36%, respectivamente), siendo muy inferior el protagonismo que juega en estos casos la administración (que tan solo en un 21% de los casos es la que procura principalmente la formación continuada).
No obstante, un 90 por ciento se queja de que la propia administración le impone algunos (un 50% de la muestra) o muchos (un 41%) obstáculos para acceder a iniciativas de formación y/o congresos médicos.
En el ámbito de la formación, es mayoritaria (un 69%) la aceptación de la Validación Periódica de la Colegiación y la Recertificación periódica en Medicina Familiar y Comunitaria. En este sentido, más de la mitad de los encuestados afirma que conoce la plataforma Desarrollo Profesional Continuo-AP (DPC-AP) de Semergen para facilitar esta recertificación de competencias y el 75 por ciento la califica entre excelente y buena.
Finalmente, los encuestados han destacado las importantes dificultades que existen para colaborar en proyectos de investigación ya que, hasta un 76 por ciento se quejan de barreras, de todo tipo (especialmente burocráticas y administrativas), para intervenir en estos proyectos. Asimismo, a más de un 70 por ciento de los encuestados les preocupa la situación actual de la troncalidad, refiriendo diferentes grados de incertidumbre.