MADRID, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
La mayor parte de la sociedad apoyaría el uso de la edición genética para tratar enfermedades, si bien su utilización para mejorar las capacidades cognitivas, como la memoria o la capacidad de aprendizaje, presenta más reticencias, especialmente en fase prenatal, según un nuevo estudio realizado por un equipo internacional de investigadores, con participación del Centro de Estudios de Ciencia, Comunicación y Sociedad (CCS) de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y que forma parte del proyecto Neuroenhancement and Responsible Research and Innovation (NeRRI).
El trabajo, liderado por el director del Instituto de Metodología de la Escuela de Economía de Londres (Reino Unido), George Gaskell, y recogido por la plataforma Sinc, se basa en una encuesta en línea que planteaba dos posibles usos: para curar enfermedades (edición genética terapéutica) o para mejorar capacidades cognitivas como la memoria o la rapidez de aprendizaje (neuromejora). Además, se planteaban dos momentos de aplicación: en personas adultas o antes de nacer.
Se analizaron más de 11.700 encuestas procedentes de diez países: Alemania, Austria, Dinamarca, España, Estados Unidos, Hungría, Islandia, Italia, Países Bajos, Portugal y Reino Unido, con unas 1.000 personas por país. Ante cada situación hipotética, la encuesta formulaba dos preguntas: "¿Cree usted que la persona del caso ha tomado una decisión moralmente aceptable?" y "En su lugar, ¿habría tomado usted la misma decisión?".
RESULTADOS SIMILARES EN TODOS LOS PAÍSES
Los participantes aceptaron más la edición genética terapéutica que la destinada a la neuromejora, y el uso en adultos mejor que en fase prenatal. Unos resultados que fueron similares en todos los países, aunque las respuestas en España, Estados Unidos y Reino Unido fueron ligeramente más favorables.
Asimismo, en una tercera pregunta, se les pedía que comentaran los motivos de sus respuestas anteriores de manera abierta. En este sentido, el 75 por ciento de las opiniones sobre la terapia en adultos fueron positivas, con comentarios sobre las mejoras en la calidad de vida y el hecho de que los beneficios podrían superar a los riesgos. Para la terapia prenatal, el apoyo a la edición de genes también fue mayoritario, aunque disminuyó al 60 por ciento.
Además, las opiniones respecto a la edición genética para la neuromejora de los adultos tan solo dieron lugar a un 26 por ciento de comentarios positivos, mencionando que "no hay necesidad" y que "podría haber consecuencias desconocidas". Finalmente, la neuromejora prenatal recibió solo un 11 por ciento de comentarios positivos.
"Las diferencias en la evaluación moral de la terapia frente a la de la mejora del individuo resaltan el hecho de que es el uso, en lugar de la tecnología en sí, el que conduce el juicio moral de las personas. Sin embargo, los expertos científicos suelen centrar el debate en la propia tecnología, más que en su uso, lo que puede dar lugar a una regulación inconsistente, a la zaga del progreso científico", han zanjado los autores.