Masticar moderadamente chicles con xilitol reduce el riesgo de padecer caries

Actualizado: martes, 7 julio 2015 10:40

PALMA DE MALLORCA 5 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Colegio Oficial de Dentistas de Baleares han señalado que masticar chicles con xilitol de forma moderada reduce el riesgo de padecer caries, por lo que proponen su utilización como solución a los descuidos esporádicos pero nunca como sustitución habitual al cepillado, el enjuague y el hilo dental.

Tal y como han explicado desde el organismo colegial en un comunicado, el xilitol es una sustancia presente en las gomas de mascar "altamente beneficiosa" para la salud de la boca y los dientes, principalmente ante los cambios de rutina que se producen en verano y que repercuten negativamente en los hábitos de higiene bucodental.

Los dentistas recomiendan así que los chicles que se consuman tengan preferiblemente alta concentración de xilitol, si bien precisan que su consumo debe ser moderado, no superar los 20 minutos, ni consumirlos de forma rutinaria o habitual.

Uno de los principales beneficios del chicle, según el Colegio, es que favorece el flujo salival (pudiéndose multiplicar hasta diez), además de neutralizar los ácidos aumentando el pH, combatir la boca seca y ayudar a expulsar de entre los dientes los restos de la comida. La saliva también disminuye la capacidad de las bacterias de la placa de producir ácido.

Gracias a esto, según algunos estudios, masticar chicle sin azúcar reduce un 40 por ciento el desarrollo de caries. Asimismo, al reducir la placa pueden acabar, en algunas ocasiones, con el mal aliento. No obstante, los dentistas aclaran que cuando se trata de una enfermedad como la halitosis únicamente son una solución momentánea y pasajera.

Este porcentaje aumenta hasta el 70 por ciento en el caso de los chicles con alta concentración de xilitol, un alcohol de azúcar presente en muchas frutas y verduras que se extrae mayoritariamente de la madera de abedul. Se utiliza generalmente como sustitutivo del azúcar en dietas, repostería, caramelos y chicles.

Su sabor es dulce, como la sacarosa, pero se caracteriza porque al fermentarse en la boca produce menos ácido y no descalcifica tanto el diente. De esta manera reduce la flora bacteriana de la cavidad oral y su uso de forma habitual pero moderado disminuye la aparición de placa, aumenta la producción de saliva alcalina y favorece la remineralización de pequeños daños en el esmalte dental.

Finalmente, los especialistas apuntan que sus efectos adversos como herramienta de higiene bucodental son mínimos, ya que únicamente su abuso puede ocasionar dolencias estomacales o diarreas. No se recomienda masticarlo más de 20 minutos y están desaconsejados para personas con ortodoncia o determinados problemas en la musculatura maxilofacial.