MADRID, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los autores de un artículo de la revista del Colegio Americano de Cirujanos han señalado que el uso de mascarillas elastoméricas reduce el número de máscaras N95 necesarias en casi un 95 por ciento en un mes para los profesionales sanitarios en primera línea frente al COVID-19.
Estas mascarillas de larga duración, que se utilizan a menudo en la industria y la construcción, cuestan al menos 10 veces menos al mes que desinfectar y reutilizar las máscaras N95 destinadas a un solo uso, según estos expertos.
Las mascarillas de elastómero están hechas de un material ajustado, flexible, parecido al caucho, que puede ajustarse a casi todos los rostros de los individuos y puede soportar múltiples limpiezas. Estos dispositivos, que se asemejan a las máscaras de gas, utilizan un filtro reemplazable. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), ofrecen a los trabajadores de la salud una protección igual o mejor contra las sustancias infecciosas transportadas por el aire en comparación con las máscaras N95.
Para determinar si las mascarillas elastoméricas eran rentables, los investigadores realizaron un análisis de costo-beneficio durante un mes de desinfección y reutilización de las máscaras, comparando las nuevas máscaras, con el filtro sustituido mensualmente, con las máscaras N95 de la unidad de cuidados intensivos (UCI) de un hospital con 18 camas. Aunque la mascarilla de elastómero cuesta unos 20 dólares y el filtro 10 dólares en comparación con sólo 3 dólares en ese momento para una mascarilla N95, el equipo de investigación descubrió que las mascarillas de elastómero eran "conservadoramente" 10 veces más baratas.