Más de la mitad de los médicos de familia no evalúan el riesgo cardiovascular de sus pacientes

Actualizado: martes, 7 octubre 2014 5:52

MADRID, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -

Más de la mitad de los médicos de Atención Primaria no utiliza herramientas para evaluar el riesgo cardiovascular de sus pacientes, aunque la mayoría (cuatro de cada cinco) dice no poder hacerlo por el tiempo limitado del que disponen actualmente en sus consultas.

Así se desprende de los resultados de una encuesta a 1.390 médicos de familia en España cuyos resultados se han presentado este viernes en el marco de las V Jornadas del Comité Español Interdisciplinario para la Prevención Cardiovascular (CEIPC) celebradas en el Ministerio de Sanidad.

"Cada vez hay más sobrecarga y menos tiempo para la prevención en las consultas", ha asegurado el coordinador del CEIPC, Miguel Ángel Royo-Bordonada, quien destaca que a este problema hay que añadir la dificultad de los pacientes para adoptar hábitos de vida más saludables.

El estudio revela también que, aunque la mayoría de los médicos de atención primaria conoce la adaptación española y el contenido de las guías europeas de prevención cardiovascular que elabora este comité, sólo un tercio utiliza estas guías en la práctica clínica de forma habitual.

De igual modo, estos profesionales se muestran a menudo escépticos ante las recomendaciones de las guías. Esto se debe, según ha referido el 70 por ciento de los médicos evaluados, "a la disponibilidad de muchas guías y la coexistencia de directrices dispares", ha apuntado José María Lobos, coordinador del CEIPC.

"El hecho de que los médicos del primer nivel asistencial tengan dificultades para aplicar las recomendaciones de prevención cardiovascular en sus pacientes es un problema", ha apuntado este experto, más aún cuando la prevención es responsable de más de la mitad de la reducción de mortalidad por cardiopatía isquémica observada en los últimos 20 años en muchos países.

Estas guías centran la clave en la modificación de estilos de vida, algo novedoso ya que normalmente la atención se centraba más en el control farmacológico de los factores de riesgo, "penalizando en cierta medida a las intervenciones no farmacológicas por el menor nivel de evidencia científica que presentan", explica Lobos.

Durante esta jornada también se han puesto de relieve otro tipo de barreras que dificultan la prevención y el manejo de las patologías cardiovasculares, como la administración de las últimas aportaciones terapéuticas en la prevención del ictus.

En lo que respecta al tratamiento para prevenir el ictus, los nuevos anticoagulantes orales son, probablemente, el avance más relevante en las últimas décadas, según ha destacado José Vivancos, del Servicio de Neurología y la Unidad de Ictus del Hospital Universitario de La Princesa, en Madrid. Sin embargo, ha añadido, "nos encontramos con muchas barreras administrativas para hacer llegar esta innovación tan esperada a nuestros pacientes".