Más de la mitad de los hombres en tratamiento por abuso de sustancias ejerce violencia sobre su pareja

Actualizado: lunes, 26 noviembre 2012 17:57

MADRID 26 Nov. (EUROPA PRESS) -

El abuso de sustancias puede facilitar la violencia de género, un problema que según los expertos sufren entre el 10 por ciento y el 50 por ciento de la población femenina de todo el mundo. De hecho, los expertos consideran que entre el 40 por ciento y el 85 por ciento de los hombres que buscan o reciben tratamiento por esta causa ha abusado de sus parejas en el último año, una proporción cuatro veces superior a lo registrado en la población general.

Por tanto, la existencia simultánea de una adicción y otro trastorno mental evidencia un cuadro de patología dual en el agresor que requiere un abordaje unificado por parte de expertos en adicciones y psiquiatría.

"Diversos estudios confirman la alta asociación entre abuso de sustancias y violencia contra la pareja ya que en la mayoría de los casos se ha confirmado el consumo antes de la agresión física, siendo la adicción al alcohol, seguido de la cocaína, el trastorno más frecuente como desencadenante de un episodio de violencia sobre la pareja, en sujetos que previamente presentan un control deficitario de la agresividad", ha señalado el presidente de la Sociedad Española de Patología Dual, Néstor Szerman.

Por tanto, según han explicado los expertos, el consumo de alcohol, exista o no dependencia, interfiere en el funcionamiento cognitivo necesario para el control del comportamiento y, en aquellas personas predispuestas se asocia con agresividad, impulsión, y trastorno antisocial de la personalidad y psicopatía, todos ellos factores predictores para la violencia.

Asimismo, el impacto de la violencia contra la pareja se asocia en la víctima a tasas más altas de depresión, suicido, trastorno de estrés postraumático y abuso de sustancias, a problemas de salud en general y a una percepción negativa de la propia salud.

Por esta razón los expertos han abogado por intervenciones psiquiátricas sobre el agresor que aborden de forma conjunta los problemas por agresión descontrolada, la violencia, y el abuso de sustancias que favorece su aparición.

"Los peores resultados se han obtenido separando ambos problemas y optando por intervenciones que consideran a todos los agresores de la misma manera. Entender la violencia sólo como una relación de poder y control limita la comprensión de la conducta y el desarrollo de intervenciones eficaces para sujetos violentos", ha comentado la psiquiatra experta del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones del Hospital del Mar, Marta Torrens.

LAS CONSUMIDORAS DE SUSTANCIAS TIENEN TRES VECES MÁS RIESGO

Por otra parte, esta experta ha advertido también de que las mujeres consumidoras de sustancias presentan un riesgo tres veces mayor de ser víctimas de una agresión física o sexual por parte de su pareja.

Asimismo, los expertos en patología dual advierten de la escasez de estudios sobre los casos de hombres que son agredidos física, psicológica o sexualmente por parte de sus parejas femeninas. No obstante, diversos estudios ponen de manifiesto que la violencia que ejercen hombres y mujeres hacia sus parejas es diferente.

"Ambos presentan los mismos niveles de maltrato psicológico. Sin embargo, para la violencia física moderada las mujeres presentaban mayores niveles y en el caso de la violencia física grave ellas y ellos registran casi el mismo nivel", ha señalado la doctora Torrens.

En el caso de las mujeres, y al igual que en el caso masculino, un problema simultáneo de adicción y otros trastornos mentales es considerado factor de riesgo para el desarrollo de violencia sobre la pareja.

En este sentido, los pocos estudios que existen sobre violencia de género femenina señalan que la autodefensa, el miedo, la defensa de los hijos, el intento de recuperar o mantener el control en la relación o la venganza de abusos emocionales podrían explicar las razones del comportamiento violento hacia la pareja masculina.

Además, la condición de ser mujer con patología dual conlleva la realización de un abordaje dirigido a sus necesidades específicas. "Necesitamos realizar más investigaciones para identificar qué tipo de intervenciones son más eficaces para cada sexo y para cada tipo de violencia, así como desarrollar intervenciones y evaluarlas teniendo en cuenta la globalidad de los factores que intervienen en la violencia de pareja", ha zanjado Torrens.