MADRID, 27 May. (EUROPA PRESS) -
Una declaración firmada por más de 40 millones de profesionales sanitarios de 90 países ha solicitado a los líderes del G20 que pongan la salud pública en el centro de los futuros paquetes de recuperación económica.
En concreto, en la iniciativa se insta a los líderes a planificar mejor, invertir en los más vulnerables y crear empleo, al tiempo que se destaca que la agricultura sostenible, la energía baja en carbono y el transporte limpio son "claves" para una recuperación saludable, sugiriendo cambiar los subsidios de los combustibles fósiles a las energías renovables.
Los firmantes de esta carta representan colectivamente a más de la mitad de la fuerza laboral mundial de la salud y la medicina. Y es que, tal y como se recuerda en la declaración, los médicos, enfermeras y otros profesionales sanitarios están en la primera línea de esta pandemia y son voces de confianza y razón científica.
"La pandemia los ha expuesto a pérdidas de vidas, enfermedades y angustia mental a niveles nunca vistos en décadas", señala la carta, en la que se destaca que "la escala de este dolor podría haberse mitigado, al menos parcialmente, con inversiones adecuadas en preparación para pandemias, en la salud pública y en una mejor gestión del medio ambiente".
Asimismo, en la declaración, firmada en España por la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, se realiza un llamamiento a la acción de los profesionales sanitarios con el fin de convencer a los dirigentes de todas las naciones de que dupliquen sus compromisos con el Acuerdo de París. Además, un documento reciente de destacados economistas sostiene que las medidas de estímulo ecológico respetuosas con la naturaleza y el clima tienen importantes beneficios económicos, para el crecimiento y el empleo, que son necesarios para recuperarse de la pandemia de Covid-19.
También, un informe de la IRENA sugiere que si los países realizaran inversiones adecuadas en energías renovables de aquí a 2050, se cuadruplicaría el número de puestos de trabajo en el sector de las energías renovables hasta alcanzar los 42 millones, en un momento en el que, según la OIT, la mitad de los puestos de trabajo del mundo están en riesgo.
El propio sector médico también tiene un gran impacto en el calentamiento global y muchos proveedores de servicios sanitarios se están involucrando más en las soluciones climáticas. De hecho, el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido ya ha reducido sus emisiones en casi una quinta parte en la última década, y a principios de este año anunció planes para llegar a emisiones netas cero antes de 2050.
Del mismo modo, en 2018, la Asociación Médica Americana y el Colegio Real de Médicos Generales aprobaron resoluciones que piden la desinversión de las empresas de combustibles fósiles. En los Estados Unidos, los hospitales de Boston y Wisconsin han estado generando su propia electricidad de bajo consumo, lo que demuestra cómo el sector sanitario puede dar un ejemplo para hacer realidad una recuperación sostenible.