Apela al "imperativo moral y ético" de trabajar conjuntamente por la salud y para "mejorar la vida" de los desamparados.
OVIEDO, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
La directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, señaló hoy la necesidad de "mayor justicia" a la hora de compartir los beneficios de los avances médicos.
En su discurso, la representante de la organización galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, afirmó que al honrar la labor de la OMS, la Fundación Príncipe de Asturias también honra esa necesidad de una "mayor justicia".
"Ustedes refuerzan nuestro optimismo", reseñó en su intervención en la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias 2009 que se celebra en el Teatro Campoamor de Oviedo.
Además, se comprometió a que "lo mejor de la naturaleza humana", como la creatividad, generosidad y el deseo genuino de ayudar, "siempre prevalecerán" cuando la salud de las personas esté "en juego".
Margaret Chan apeló, en este sentido, al "imperativo moral y ético" de trabajar conjuntamente por la salud y para "mejorar la vida" de las personas más desamparadas. "A nadie le debería ser negado el acceso a una atención sanitaria que salva vidas por razones injustas, incluidas aquellas de causa económica o social", advirtió.
Por ello, considera que el galardón "honra" dos principios que han guiado de forma sistemática la labor de la OMS, que son "el valor intrínseco de la salud para todas las personas, y la importancia de la cooperación internacional para alcanzar mejoras sanitarias".
"Los dos van de la mano. La salud es la esencia misma de nuestra humanidad común. Es parte de nuestra naturaleza humana valorar y desear tener una buena salud. Y conviene a todas las naciones construir un entendimiento común de las amenazas e impulsar la buena voluntad a la hora de buscar y compartir soluciones", argumentó.
COOPERACIÓN INTERNACIONAL
Margaret Chan subrayó que en el momento de fundar la OMS, hace 61 años, un objetivo central fue la "provisión de un mecanismo" para que los países pudiesen trabajar "juntos" en la persecución de una mejoría en la salud. "El compromiso para con los principios de equidad y justicia social estaba presente desde el principio", dijo.
Así, incidió en que la necesidad de la cooperación internacional en cuestiones de salud "se torna aún más importante" bajo las condiciones del siglo XXI. "En un momento de interdependencia radicalmente acrecentada entre naciones, los problemas de salud están siendo determinados, por todas partes, por las mismas fuerzas poderosas, creando amenazas universales", indicó.
Según la directora general de la OMS, la globalización de modos de vida "poco saludables" ha impulsado un incremento "alarmante" en todo el mundo de enfermedades crónicas que están presentes "tanto en los países ricos como en las pobres".
"Los cambios en la forma en que la humanidad habita el planeta han impulsado la aparición de enfermedades nuevas y acelerado su propagación internacional", señaló en su discurso.
Asimismo, hizo mención al cambio climático y las implicaciones que tiene en la salud humana. "El clima cambia, con consecuencias profundamente negativas para la salud", comentó al tiempo que lamentó que enfermedades mortíferas como el VIH-SIDA, la malaria y la tuberculosis, aún no estén "bajo control". "Los avances en la medicina se han acelerado, pero se han dejado atrás a demasiadas personas", puntualizó.
PANDEMIA DE GRIPE A
Además, en su intervención se refirió a la gripe A. Al respecto, recordó que se trata de la primera pandemia de gripe del siglo XXI y que se extiende por un mundo donde "las diferencias" en niveles de ingresos, en condiciones sanitarias, en el acceso a la atención médica y en los recursos sanitarios "son mayores que en cualquier momento de la historia reciente".
En esta línea, señaló que la actual pandemia es la "primera prueba importante" de las normas internacionales de salud revisadas y reformadas, que han proporcionado a la comunidad internacional una forma "ordenada y regulada" de actuar colectivamente.
"Después de un angustioso seguimiento durante cinco años de la situación de la gripe aviar en Asia, el mundo estaba mejor preparado para enfrentarse a una pandemia, cuando se identificó un virus totalmente nuevo en Norteamérica", dijo apuntando que "el pánico que cundió en el mundo fue problamente mayor de lo necesario".
No obstante, aseguró que hasta la fecha se ha tenido "bastante suerte" con la evolución de esta pandemia. "Por primera vez en la historia los científicos pudieron hacer un seguimiento de una pandemia de gripe en tiempo real", resaltó destacando el valor de la cooperación internacional.
Respecto a las vacunas, indicó que han estado disponibles seis meses después de la identificación del virus "gracias a los extraordinarios esfuerzos de la industria y de las autoridades reguladoras". Sin embargo, lamentó que "hay aún demasiadas personas en este mundo sin acceso a la vacuna".
Ante esto, señaló que "a partir del mes próximo la OMS empezará a enviar vacunas contra la pandemia procedentes de donaciones a más de 100 países en vías de desarrollo que, de no ser así, no habrían tenido acceso a la vacuna".
"La situación no es la ideal, y es preciso mejorar la cooperación y colaboración internacionales para desarrollar mejores defensas y respuestas ante las emergencias y amenazas en el ámbito de la salud pública en un mundo tan interconectado e interdependiente", afirmó para concluir que "un mundo con tan grandes desequilibrios en el terreno sanitario no es un mundo seguro".