MADRID, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del el Institut de la Mcula, del campus del Centro Médico Teknon, ha anunciado la puesta en marcha de un ensayo con un postbiótico de Igen Biolab Group para investigar la respuesta de la suplementación en pacientes con esta patología la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
El estudio está a cargo del principal investigador, el doctor Jordi Monés, especialista y director del Instituto de la Mácula y de la Barcelona Mácula Foundation y el laboratorio biotecnológico Igen Biolab Group. Este ensayo se desarrollará en el Institut de la Mcula, del campus del Centro Médico Teknon y si hay buenos resultados, se llevará a cabo un ensayo multicéntrico.
El fundamento de la realización de este estudio clínico se basa en que la predisposición genética sólo responde en parte a la incidencia, y especialmente, a la progresión y severidad de la DMAE. "Sabemos que los factores epigenéticos son cruciales para determinar la progresión y gravedad de la enfermedad. Una de las mejores vías para modular estos factores es incidir en el microbioma", explica el autor de la investigación.
Para ello, añade que "una buena aproximación es el uso de los postbióticos, un alimento funcional, que podría modular el epigenoma de los pacientes que sufren DMAE, atrofia macular y neovascularización coroidea sin los riesgos asociados a la modificación del microbioma mediante el uso de bacterias vivas y, por lo tanto, cambiar el curso de la enfermedad".
Para superar los riesgos, las limitaciones y la dependencia de la utilización de células bacterianas intestinales vivas ha surgido recientemente otro enfoque. "Los mismos efectos beneficiosos antiinflamatorios, inmunomoduladores, antiproliferativos y antioxidantes, pero evitando los riesgos de bacterias vivas, pueden obtenerse mediante el uso de lisados celulares, también conocidos como postbióticos", explica el doctor Monés.
"Se ha demostrado que los postbióticos pueden imitar los efectos de los probióticos sobre la salud, evitando al mismo tiempo la necesaria administración de microorganismos vivos, que pueden tener riesgos significativos como la respuesta inflamatoria local similar a la de la salmonela, la bacteriemia y la fungemia, y la posible transferencia del gen de la resistencia a los antibióticos. Por lo tanto, el enfoque postbiótico representa una alternativa más segura para evitar el riesgo", concluye.