SAO PAULO, 3 Mar. (Reuters/EP) -
El gigante tecnológico Google ha informado este jueves de que sus ingenieros están trabajando con la agencia para la infancia de Naciones Unidas, UNICEF, para intentar diseñar un mapa que permita predecir la propagación del virus Zika, que se ha relacionado con malformaciones fetales en Brasil.
Google ha donado un millón de dólares (unos 900.000 euros) al Fondo de Emergencia para la Infancia de Naciones Unidas para ayudar a los voluntarios que tienen en las zonas afectadas por el virus, principalmente en Latinoamérica, y están actualizando sus productos para hacer que la información sobre el virus Zika esté más accesible.
Además, ha puesto en marcha un equipo con ingenieros, diseñadores y científicos que voluntariamente se han ofrecido a ayudar a UNICEF a diseñar una plataforma para procesar datos obtenidos de diferentes fuentes de información, incluyendo datos metereológicos y patrones de viajes, con el objetivo de poder visualizar posibles brotes.
"El objetivo de esta plataforma abierta es identificar el riesgo de transmisión del Zika en diferentes regiones y ayudar a UNICEF, a los gobiernos y a las ONG a decidir cómo y dónde centrar su tiempo y recursos", ha informado la compañía.
El responsable de Innovación de UNICEF, Chris Fabian, asegura que en un futuro esta plataforma podría ampliarse para su uso global y utilizarse para futuros brotes de enfermedades.
Además, el presidente y consejero delegado del Fondo de Estados Unidos para UNICEF, Caryl M. Stern, asegura que con la donación de Google este organismo de Naciones Unidas podrá llegar a 200 millones de personas en aquellos países que están afectados o son más vulnerables al virus Zika y ofrecerles información sobre cómo pueden protegerse.
El brote de Zika, detectado por primera vez el año pasado, se ha asociado en Brasil a 4.863 casos de microcefalia fetal, una malformación que puede conllevar problemas en el desarrollo posterior del bebé al nacer. Este riesgo, unida a su rápida propagación, llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar a finales del año pasado una emergencia de salud global.