BARCELONA 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Institut per a la Recerca en Atenció Primria de Salut Jordi Gol i Gurina (IDIAPJGol) han descubierto en un ensayo clínico que una sola maniobra realizada por el médico de familia es eficaz para reducir síntomas y la percepción de gravedad del vértigo postural benigno a partir de la primera semana.
El estudio, publicado en la revista 'British Journal of General Practice', ha concluido que esta maniobra es especialmente efectiva a medio y largo plazo para los pacientes que presentan nistagmo --un espasmo ocular que produce movimientos involuntarios de los ojos--.
"Este estudio demuestra que los médicos de atención primaria con una breve formación pueden diagnosticar y tratar de forma efectiva, sin realizar pruebas costosas y sin fármacos, a los pacientes con vértigo posicional benigno", que den positivo en un diagnóstico sencillos en la consulta y que sufran nistagmo, ha explicado el investigador principal, José Luis Ballvé, en un comunicado del IDIAPJGol este lunes.
Además de mejorar el abordaje de esta patología, estos resultados pueden evitar los retrasos diagnósticos que se producen actualmente --que pueden ser de cinco a 70 meses--, el sobrecoste relacionado con exploraciones diagnósticas innecesarias y la prescripción de medicación que resulta ineficaz y que, además, puede generar efectos adversos.
El mareo es un motivo de consulta frecuente en la atención primaria y, en la mayoría de los casos, su causa es el vértigo: "En más de la mitad de las personas que vienen a nuestra consulta, el mareo es síntoma de vértigo y el tipo más común es el vértigo postural benigno", ha detallado el médico de familia.
"Su causa principal es un mal funcionamiento del oído interno que provoca que, con según qué movimiento de la cabeza, el paciente experimente la sensación de que todo gira y se mueve a su alrededor", y los episodios se pueden repetir durante semanas o meses, con un efecto negativo importante en la calidad de vida y en el funcionamiento normal de la vida diaria.
La maniobra de Epley es una técnica sencilla, bien tolerada y sin coste, que consiste en una recolocación, a través de una serie de movimientos de la cabeza que se realizan para reducir los síntomas de este vértigo, que puede diagnosticarse con la prueba Dix-Hallpike (PDH), en el que se observan los síntomas en diferentes posiciones.
Entre un 60% y un 80% de las personas que sufren este tipo de vértigo son visitadas por primera vez por el profesional de atención primaria, pero a pesar de la sencillez del diagnóstico y la maniobra, no se hacen de manera rutinaria.
79% MUJERES
El ensayo clínico se ha realizado en dos centros de atención primaria (CAP) de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) que pertenecen al Institut Catal de la Salut (ICS) y han participado 134 pacientes de más de 18 años diagnosticados con vértigo postural benigno, la mayoría mujeres (79,08%) después de la realización de una maniobra de Dix Hallpike (PDH), con nistagmo y sin.
Los participantes se repartieron aleatoriamente en el grupo de intervención (66) --a los que se realizó la maniobra-- y de control (68) --que no la recibieron--, con visitas de seguimiento al cabo de una semana, de un mes y de un año, en las que se repitió la prueba de diagnóstico, se preguntó por la percepción de vértigo y se les realizó un test para calcular la gravedad percibida, en una escala de 0 a 10 (escala de Likert).
Tras la maniobra de Epley --el 85,82% la toleró bien, y el 91,49% la repetiría--, la percepción de gravedad del vértigo se redujo en dos puntos en el grupo de intervención respecto del grupo de control (de 5 a 2 sobre 10), desde la primera visita de seguimiento, manteniéndose en el tiempo.