MADRID, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Nuestra Señora del Rosario de Madrid ha sido uno de los hospitales privados de la comunidad que más intervenciones neurológicas ha realizado en el año 2015, con 212 intervenciones, de las cuales un 41 por ciento han sido en el cráneo (intervenciones de tumores), un 49 por ciento de columna y el 9 por ciento restante otro tipo de intervenciones neurológicas, gracias a su 'Código Ictus'.
Cada año se producen en España 125.000 casos nuevos de ictus, 342 al día. Se trata de la segunda causa de muerte en la población, la primera en el caso de la mujer y la primera causa de discapacidad en el adulto y la segunda causa de demencia. Además, una cuarta parte de los casos se da en menores de 65 años y un 15 por ciento en personas de menos de 45 años, por lo que en contra de lo que se suele pensar, no se trata de un trastorno que afecta a las personas de edad avanzada.
En la enfermedad del ictus una rápida atención es vital a la hora de salvar vidas, dado que por cada minuto que se gana en atender al paciente, se suman 1,8 días de vida saludable. Esto es así porque, tal y como ha explicado el responsable del Servicio de Neurología del Instituto de Neurociencias Avanzadas de Madrid (INEAMAD), Ventura Anciones, cada minuto que pasa hasta que se trata el ictus, se pierden 1,9 millones de neuronas y 14.000 millones de sinapsis.
"A través del sistema del 'Código Ictus' en el Hospital Nuestra Señora del Rosario hemos desarrollado un protocolo que coordina la atención de los profesionales sanitarios en el domicilio del enfermo con el equipo de urgencias y de guardia de Neurología del centro hospitalario, que posteriormente serán los encargados de atender a la persona que ha sufrido el ictus a su llegada al servicio de urgencias. Así, se activa la atención a estos pacientes en un tiempo récord", ha comentado el especialista en Neurología y miembro del equipo médico de Ineamad, Francisco Gilo.
EMERGENCIA, DIAGNÓSTICO PRECOZ, CUIDADOS ESPECÍFICOS Y COORDINACIÓN
En concreto, el 'Código Ictus' se rige bajo los principios de emergencia, diagnóstico precoz, cuidados específicos, traslado prioritario y coordinación asistencial. Su objetivo es que el paciente llegue al hospital dentro de las dos primeras horas desde el comienzo de los síntomas, bien derivado de Atención Primaria domiciliaria o de un servicio de Urgencias.
En ambos casos, son los propios profesionales los que se comunican con la coordinadora de Urgencias que activa el 'Código Ictus' Extrahospitalario, ordena el traslado prioritario y contacta con las Urgencias Neurológicas y Neuroquirúrgicas 24 horas de INEAMAD. Existe también un tercer escenario en el que el paciente acude directamente desde su domicilio.
El correcto funcionamiento de este sistema pasa por la coordinación de todos estos especialistas implicados en el abordaje del paciente aquejado de un accidente cerebrovascular, como son neurocirujanos, neurólogos y radiólogos, además de la disponibilidad de quirófanos y equipos de radiología que tengan Tomografía Computarizada (TC) y Resonancia Magnética de alto campo.
Además, una TC craneal permite distinguir si se trata de un infarto (ictus isquémico) o una hemorragia cerebral. En el primer caso, los especialistas se centrarán en liberar el área cerebral en la que la irrigación sanguínea está bloqueada, mientas que en el segundo, se realizará un tratamiento concreto en función del tipo de hemorragia que se trate.