MADRID 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan José Güemes, y los populares defendieron hoy el anteproyecto de Ley para la Libertad de Elección de Médico en la Comunidad de Madrid, que permitirá la elección de médico de familia, pediatra o enfermero de Atención Primaria y de facultativo y hospital en Especializada, una medida que PSOE e IU recordaron que existe en España desde la Ley General de Sanidad de 1986, por lo que denunciaron que esconde el "desmantelamiento" del sistema sanitario público madrileño.
Durante un agrio debate en la Asamblea de Madrid en el que el PP tumbó las enmiendas a la totalidad de la oposición, los diputados se lanzaron duras acusaciones y referencias históricas para recordarse mutuamente los fallos en sus respectivas políticas sanitarias. Así, el PP blandió el despido de 8.000 médicos a mediados de los años 90 y el cierre de hospitales, mientras PSOE e IU recordaron el caso de las acusaciones contra los médicos del Severo Ochoa por las sedaciones irregulares, que luego resultaron no ser reales.
Después de que el consejero defendiera que el anteproyecto va más allá de la normativa estatal existente, ya que ésta, tanto en Primaria como en Atención Especializada, da libertad dentro de las zonas básicas de salud pero no contempla la elección de enfermero, centró su discurso en la defensa de la "libertad", que fue uno de los términos más utilizados por unos y otros como argumento de sus posiciones.
Así, el consejero defendió que la libertad de elección hará a la sanidad pública "más participativa" y "realmente dirigida al paciente" y consideró que con la ley "los pacientes se convierten en protagonistas fundamentales" del sistema. Además, defendió que el hecho de que los ciudadanos puedan elegir es "un profundo cambio en la concepción a veces demasiado paternalista del sistema de salud" vigente.
En esta misma línea, fue el diputado popular Jesús Fermosel el que se dirigió a las bancadas de la izquierda para decirles que "la libertad escuece" y que a pesar de su oposición, la "Comunidad de Madrid no quiere estar a la cola de nada y menos a la cola de la libertad de elección". Así, criticó el modo de entender la libertad de la izquierda y citó a Lenin diciendo: "Libertad, ¿para qué?", hecho que fue rebatido por los portavoces de la izquierda, que afirmaron haber trabajado siempre para conseguirla.
En este punto, el portavoz socialista en la materia, Lucas Fernández, que calificó el anteproyecto de "tontuna" al estar ya regulada la libertad de elección, le reclamó a Güemes que tenga "más respeto" al hablar de libertad ante personas que sí lucharon por ella en España, y lamentó que "haya pocas palabras tan prostituidas en este mundo" como ésta.
REPERCUSIONES EN EL SISTEMA SANITARIO
A pesar del largo debate, que lleva meses sobre la mesa, los diferentes grupos parlamentarios no se ponen de acuerdo ni en el fondo, ni en la forma. En este último caso, PSOE e IU echaron en cara al PP que va a sacar adelante el proyecto sin el respaldo de los profesionales y las sociedades científicas, mientras que el consejero afirmó hoy contar con un amplio respaldo.
En el fondo, los problemas van más allá, ya que mientras el consejero considera que la medida supondrá la mejora del sistema público madrileño, la oposición defiende que supone el desmantelamiento de la sanidad madrileña, por la desaparición de las once áreas de salud existentes, así como porque va a hacer que unos centros estén mejor dotados que otros.
El portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, David Pérez, destacó "que la Comunidad quiere que los madrileños puedan elegir médico y centro sanitario y el PSOE e IU, y los sindicatos no quieren que los madrileños puedan elegir a su médico". "Es incomprensible que la izquierda se oponga a que los madrileños puedan elegir y nosotros, el PP, quiere que los madrileños puedan elegir su sanidad y con este proyecto de Ley lo que hacemos es que la persona es el centro de la sanidad y no se le dice dónde tiene que ir", manifestó, al tiempo que planteó que por qué la izquierda se opone a que los ciudadanos "sean dueños y libres de sus decisiones también en sanidad".
Por su parte, la portavoz del PSOE, Maru Menéndez, consideró que la imposición de la implantación del Área Única sanitaria "viene a introducir la desregulación y el caos". "Los madrileños necesitamos hablar de la calidad en el servicio, que existan recursos bien planificados y organizados, que cese de contemplarse la sanidad como una oportunidad de negocio y que se deje de aplicar tanta frivolidad a un tema tan serio como es la salud", solicitó.
Así, pidió a Aguirre "que deje de engañar", pues "no es un proyecto de ley de libre elección, es un proyecto de desregulación y desmantelamiento de las áreas sanitarias en la Comunidad que va a suponer una menor participación de los profesionales, una menor participación social, que supone una centralización absoluta en la toma de decisiones, al tiempo que introduce la desregulación en el ámbito de la sanidad".
Reclamó además una reflexión al Gobierno y que "escuche, si no quiere escuchar a los grupos, a los profesionales y colectivos sociales, porque lo único que ha conseguido concitar este Decreto es todas las unanimidades en contra del mismo".
En un debate parlamentario que se celebraba al mismo tiempo que el Consejo Interterritorial sobre la Gripe A, desde la oposición no perdieron la oportunidad de transmitir al consejero las críticas sobre la desaparición de la Dirección General de Salud Pública, hecho que la portavoz de IU en materia sanitaria, Caridad García, tildó de "esperpéntica decisión" e instó al consejero a recuperarla, "si le queda algo de sensatez".
Al igual que lo hicieron los portavoces en los pasillos de la Cámara, el debate del área única protagonizó gran parte de las discusiones en el hemiciclo. Así, mientras Güemes la considera necesaria para la "supresión de las barreras administrativas", ya que los "pacientes tienen que dejar de pertenecer a un hospital", sino que " los hospitales tienen que ser de los pacientes"; desde IU, Caridad García le preguntó "a qué viene el 'pendulazo'" dado desde que Lamela quiso ampliar el número de áreas. "¿Qué hay detrás?", insistió.
El portavoz popular, por su parte, respondió a esta pregunta afirmando que Barcelona es una única área sanitaria con 5 millones de habitantes e, irónicamente, supuso que esta misma tarde el portavoz socialista remitiría una carta a sus colegas catalanes instándoles a que la dividan en diez, "por lo menos".
El temor a que el proyecto esconda algo estuvo presente en el discurso de IU, cuya portavoz sanitaria afirmó tener la "sensación" de que "amparándose en la libertad de elección", la Comunidad pretende otras cosas, que "por prudencia o cautela no se reflejan en ninguna parte".
No obstante, Güemes defendió su modelo, que va dar "más calidad" al sistema sanitario y que permitirá mejorar el servicio al conocer las preferencias de los usuarios. Además, avanzó que para la implantación del nuevo sistema ya se está trabajando en un registro de la población que permita acceder a la historia clínica electrónica y que se va a crear un sistema informático de citación informatizada.