Madrid.-El número de brotes relacionados con infecciones de origen alimentario en la Comunidad bajó en 2009 un 17,2%

Actualizado: lunes, 5 julio 2010 12:43

MADRID 5 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Comunidad de Madrid registró en 2009 un total de 82 brotes de origen alimentario, cifras que suponen un 17,2 por ciento menos respecto al año 1008, cuando se produjeron 99 brotes, ha informado este domingo el Gobierno regional.

Este descenso de los brotes notificados a la Red de Vigilancia Epidemiológica ha sido más significativo en los ocurridos en establecimientos de restauración (21,1 por ciento brotes menos) y en centros escolares (33,3 por ciento menos). También ha descendido el número de personas afectadas en estas infecciones alimentarias de 2.069 a 1.628. El 73,6 por ciento de los brotes en los que se ha confirmado por laboratorio el agente causal ha sido la bacteria Salmonella la causa de la infección.

Los alimentos que se han identificado más frecuentemente han sido los elaborados con huevo y las carnes. Las prácticas de manipulación incorrectas, el consumo de alimentos crudos o insuficientemente cocinados y la refrigeración inadecuada una vez cocinados son los principales factores que se han detectado tras la aparición de estos brotes.

De cara al verano, la Consejería de Sanidad aconseja extremar los hábitos de higiene y de manipulado de alimentos para prevenir infecciones alimentarias, dado que, debido el calor favorece el crecimiento de organismos patógenos (bacterias) si los alimentos no se conservan bien.

Una de las principales medidas de prevención para comer seguro se encuentra en la cocción adecuada de los alimentos, y que ésta alcance como mínimo los 65ºC. En caso de carnes, hay que cerciorarse de que el calor llega correctamente al interior de la pieza.

Con respecto a la preparación del pescado marinado o crudo (como boquerones) los técnicos de Salud Pública recuerdan que hay que congelarlo previamente durante al menos dos días y en un frigorífico de al menos tres estrellas para evitar posibles infecciones por la presencia de anisakis (parásito presente en muchos pescados).

Las hortalizas de consumo en crudo se recomienda que se sumerjan en agua durante unos 5 minutos, añadiendo 10 gotas de lejía apta para uso alimentario por litro y se aclaren después con abundante agua corriente.

Con el fin de evitar que los alimentos se consuman en mal estado, es necesario conservarlos a la temperatura adecuada. Una vez cocinados, se dejarán a temperatura ambiente durante un tiempo prudencial (no más de una hora), y si no se van a consumir, introducirlos en el frigorífico.

Pese a la práctica extendida, no se deben descongelar los alimentos a temperatura ambiente, sino en el frigorífico o siguiendo las instrucciones del fabricante.

MANTENER LA LIMPIEZA

Las prácticas de higiene y manipulado adecuados reducen en gran medida posibles problemas de infecciones. En este sentido, Sanidad aconseja mantener una limpieza adecuada de todas las superficies de trabajo y útiles empleados para preparar los alimentos; en particular, lavar los utensilios utilizados para preparar los alimentos crudos antes de volver a usarlos, así como lavarse las manos a menudo, sobre todo aquellas personas que elaboran los alimentos (manipuladores).

El primer paso para evitar problemas relacionados con los alimentos descansa en la adquisición segura y responsable de los mismos. Por ello, hay que recordar que es necesario comprobar el etiquetado y mirar las fechas de consumo y condiciones de conservación y utilización. Además, hay que usar aguas tratadas (cloradas), evitando aguas de pozo o manantial de los que no se tenga constancia de su potabilidad. Elegir alimentos en condiciones adecuadas de frescura y alimentos tratados higiénicamente desde su origen.

Por último, es preciso evitar el contacto entre alimentos crudos y cocinados para prevenir la contaminación cruzada", que se produce, en algunos casos, por el paso de bacterias entre alimentos en fases distintas de elaboración.