MADRID, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -
Profesionales del Servicio de Obstetricia y Ginecología y del Instituto Pediátrico del Corazón del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid han intervenido con "éxito" el corazón de un feto de 22 semanas.
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, ha asistido este viernes a la presentación de la técnica en este centro sanitario, realizada con éxito técnico y biológico en el ventrículo izquierdo de un feto de 22 semanas.
Actualmente, el niño tiene dos años y es el primero nacido con circulación biventricular tras ser sometido a una valvuloplastia por estrechamiento severo de la válvula aórtica. Su evolución es "satisfactoria y tiene un desarrollo normal para su edad", ha señalado el consejero.
Lasquetty ha destacado que los padres del niño "confiaron en la Sanidad madrileña y en sus profesionales". "Es una satisfacción para Madrid ayudar a esta familia así como poder atender a todos los españoles que lo necesiten. Más aún en la solución de este tipo de casos tan complejos, que convierten a la Sanidad madrileña en un referente para toda España", ha subrayado el consejero.
La madre, embarazada de 22 semanas y procedente de otra comunidad autónoma, fue derivada al 12 de Octubre para su valoración, tras detectar en el hospital de origen un estrechamiento severo de la válvula aórtica en el feto. Después de confirmar el diagnóstico y comprobar que cumplía los criterios para llevar a cabo una valvuloplastia --dilatación de la válvula--, los padres aceptaron que se realizara el procedimiento que se llevó a cabo dos días después.
La intervención concluyó con éxito técnico y biológico, lo que en la práctica significa una mejoría de la circulación sanguínea en el corazón del feto, que en ese momento no superaba el tamaño de un euro. Gracias a ello, el ventrículo izquierdo siguió desarrollándose de forma normal dentro del útero de su madre. Finalmente, el niño nació mediante parto natural en la semana 38 y con 3.300 gramos de peso.
Posteriormente, y transcurridas cinco semanas, necesitó una intervención quirúrgica que fue realizada por los cirujanos cardiacos pediátricos para volver a dilatar la válvula aórtica y fue de nuevo repetida a los 18 meses de edad. Estas cirugías forman parte de la evolución prevista, ya que la intervención en el feto no exime de otros procedimientos tras el nacimiento.
Sin embargo, si no se hubiese realizado la valvuloplastia fetal, el corazón del feto y, en particular, el ventrículo izquierdo, no se habría desarrollado convenientemente y la evolución del niño habría sido mucho más desfavorable y su tratamiento más complejo.
"MUY CONTENTOS"
Los padres del pequeño de dos años, Carmelo Castro, que fue intervenido del corazón con éxito, se han mostrado "muy contentos" y han asegurado que cuando ven al bebé "todavía no se creen" la evolución del pequeño de dos años de edad.
"No nos lo creemos. En un principio pensábamos que esto no iba a llegar a ningún sitio", ha afirmado el padre del niño también llamado Carmelo, quien ha asistido junto a su mujer y su hijo a la presentación de esta técnica.
María Martín, madre del pequeño, ha afirmado que cuando los médicos le comunicaron que el feto tenía problemas, fue un trago "muy duro al no saber cómo iba a nacer, ni si iba a nacer bien (...). "Pensé en mi niño. Si hay alguna esperanza, entonces por qué no (llevar a cabo la intervención). Yo lo daba por perdido", ha explicado.
Carmelo se convirtió en el primer niño nacido con circulación ventricular tras la valvuloplastia aórtica. La intervención, a la cual María se sometió "sin ningún miedo", se realizó anestesiando al feto y concluyó con éxito técnico y biológico. El niño nació mediante parto natural en la semana 38 y pesó 3.330 gramos.
"Cuando lo vi tan sano con tres kilos y medio... fue el día más feliz de mi vida (...). Estaba metido en la incubadora y no cabía, pero fue muy bien", ha relatado María, mientras el bebé no dejaba de corretear por los pasillos del hospital demostrando que lleva un desarrollo normal para un niño de su edad.
"Estamos super contentos con todo el equipo de aquí. Carmelo es un tormento, un niño super activo, no para, muy nervioso, tiene una energía enorme", indica el padre, quien indica que, a las intervenciones realizadas --a las cinco semanas de nacer y al año y medio-- muy probablemente le sigan otras.
Los padres han añadido que esperan que el resto de padres con hijos enfermos "vean la situación de Carmelo" para que se conciencien de que "mientras hay vida hay esperanza".