Expertos piden más regulación de la sanidad privada y que los pacientes puedan ver su historia clínica en el PC

Actualizado: martes, 12 abril 2011 19:22

Quieren proteger a los ciudadanos de los "productos milagro" y que cada persona tenga una carpeta personal en la web del Sermas

MADRID, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Partido Socialista de Madrid (PSM) ha albergado esta tarde la presentación del Libro Blanco de la Sanidad Madrileña en el que expertos sanitarios proponen una mayor regulación de la Sanidad privada en la región para proteger los derechos de los pacientes, y que éstos puedan acceder a su historia clínica digital desde cualquier ordenador del planeta.

Las recomendaciones del Libro Blanco de la Sanidad --editado por José Manuel Freire, José Ramón Repullo, Luis Ángel Oteo y Manuel Oñorbe y trabajado durante dos años-- abogan por devolver el "buen gobierno" a la Sanidad de la región, fomentar la transparencia y la participación del paciente en la gestión sanitaria y alejarla de la política.

En palabras del secretario general del PSM y candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Tomás Gómez, que redacta el prólogo del libro, el objetivo es "que la calidad del sistema público de salud de Madrid se mantenga en un nivel de excelencia que garantice el uso por todas las clases sociales" y que no sea una sanidad "para pobres".

"No aceptaré que la sanidad pública se descapitalice y acabe siendo una 'Sanidad para pobres', ya que todos sabemos que ésta acabaría siendo una 'pobre Sanidad'", afirma Gómez en el prólogo del Libro Blanco, en el que expertos sanitarios lanzan varias propuestas centradas en el ciudadano como el aumento de su participación en los órganos de decisión o la revisión de la regulación madrileña para la sanidad privada.

Los editores quieren actualizar esta regulación de acuerdo a los "mejores estándares internacionales" y asegurar mecanismos de cumplimiento y monitorización basados en la transparencia y acceso público a la información".

Para ello proponen la firma de una Carta de Derechos y Deberes Sanitarios similar a la existente para la sanidad pública y que la Agencia de Ciudadanía Sanitaria defienda los derechos de los usuarios de los servicios sanitarios privados.

Asimismo, quieren que la autoridad sanitaria monitorice la seguridad, efectividad y veracidad científica de la industria paramédica de la Comunidad, protegiendo la población "frente a la difusión carente de rigor científico de todo tipo de productos milagro que puedan suponer un riesgo para la salud pública".

INFORMACIÓN Y TRANSPARENCIA

A juicio de los redactores de este escrito, la información es necesaria para hacer "real y operativa" la libre elección de médico para los ciudadanos, por lo que abogan por que el paciente tenga acceso a la información sanitaria de Madrid y a su propia historia clínica desde cualquier ordenador del mundo al tiempo que desean que se pueda dar información de manera personalizada a cada paciente.

Por eso, abogan por que sea posible que cualquier paciente pueda utilizar libremente toda la información de su historia clínica digital situada en una carpeta personal en el portal de Internet del Sermas.

Otras medidas en favor de la participación de los ciudadanos en la Sanidad es la presencia de los municipios en un Consejo Intermunicipal de Salud para intercambiar experiencias municipales o la creación "una agencia de Ciudadanía Sanitaria" que reúna en una carta de Derechos y Deberes Sanitarios de los Ciudadanos de Madrid cuestiones como el acceso, seguridad, respeto, información, participación, privacidad-confidencialidad y respuesta a las reclamaciones de los ciudadanos.

SERMAS DESCENTRALIZADO

Ya en propuestas de organización sanitaria, el Libro aboga por un "Sermas descentralizado en áreas de salud, basado en el Buen Gobierno y copilotado por la Atención Primaria".

Las áreas sanitarias se potenciarán como "auténticos ámbitos de gobierno y gestión para un territorio y población" y el Consejo de Gobierno del Área de Salud será un "órgano colegiado investido con verdaderos poderes de decisión, donde se garantizará la participación e implicación efectiva de la ciudadanía, la transparencia y la rendición de cuentas".

Según afirman, este Consejo "no es un órgano burocrático ni tiene el sobrecoste de sus equivalentes en las empresas mercantiles", sino que será "capaz de aportar agilidad, adaptabilidad y eficiencia a las decisiones locales, y asegurar la defensa del interés general".

Además, abogan por que la gestión asistencial de las áreas de salud esté copilotada por la red de Atención Primaria para incorporar la perspectiva de las necesidades de atención continuada e integral al paciente, tanto en lo sanitario como en lo socio-sanitario, y para que esta organización llegue cuanto antes, los socialistas plantean una zonificación provisional previa a la elaboración de un nuevo mapa.

A juicio de los autores, la "descentralización real configuraría un modelo de corporación pública donde los 'mini-SERMASes' de área tendrían un presupuesto en función de su población (con ajustes históricos y de necesidades) y desarrollarían Contratos de Gestión con los Centros de Salud, con la Red Hospitalaria, y con otros servicios sanitarios y socio-sanitarios".

Su propuesta pasa por que la Gerencia del Área de Salud reagrupe órganos técnicos actualmente dispersos, pero que tienen funciones operativas en el territorio para facilitar su funcionalidad, sinergias con la red asistencial y efectividad técnica.

Para que esta gestión multinivel sea eficiente, los servicios centrales del Sermas desarrollarán servicios de apoyo y asistenciales no territorializados como el de emergencias 112 transporte sanitario, la hospitalización de media y larga estancia, y la alta especialización.

Los autores quieren que la Atención Primaria sea el centro del sistema y avanzar en la autogestión de los centros de salud, que tendrán directores nombrados bajo principios de buen gobierno. El médico de familia será "un médico personal" y también quieren reorganizar la red de hospitales y que persista la figura del hospital de referencia para cada área de salud.

Además, proponen que un Consejo de Administración sea la autoridad máxima del Sermas y que haya consejos de administración-Gobierno de las distintas áreas de salud, hospitales o la Atención Primaria.

La vuelta de la Salud pública a la primera línea del organigrama sanitario madrileño es otra de las apuestas del libro, que quiere elaborar una ley de Salud pública en la línea con la del resto de comunidades autónomas, recuperar la estructura unificada y efectiva de los servicios de salud pública, separar la gestión de los servicios de salud pública de los de inspección, implantar la 'Evaluación de Impacto en la Salud' y promover la profesionalización de los técnicos de salud pública. Para ello quieren crear el comisionado de salud pública de Madrid como máxima autoridad en esta materia.

DESCENTRALIZACIÓN "DE LA BUENA"

En el prólogo, Gómez hace un resumen de las prioridades de los socialistas en materia sanitaria, que pasan por "parar la fragmentación, recomponer la organización territorial, introducir racionalidad técnica y sacar interés de lucro, hacer descentralización de la buena: transparente, responsable, con órganos colegiados de gobierno, con rendición de cuentas; incorporar a los clínicos a la gestión en estas mismas claves de autonomía y ética de servicio público, tender puentes entre lo sanitario y lo social, y buscar la equidad del sistema acercando los servicios a los más excluidos y necesitados".

Además, aboga por que la Atención Primaria sea el eje del sistema, reorganizar la red hospitalaria de agudos, de crónicos y de alta especialidad para mejorar la eficiencia y la calidad; crear organizaciones sanitarias integradas y trabajar adecuadamente con los enfermos crónicos, pluripatológicos y frágiles.