Madrid.-Condenan a Defensa a indemnizar con 95.000 euros a la familia de un fallecido en una operación de muelas en el Gómez Ulla

Actualizado: jueves, 30 julio 2009 13:09

MADRID 30 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional, Sección 5ª, ha condenado al Ministerio de Defensa a indemnizar con 95.000 euros a la familia de un joven de 26 años que falleció en el Gómez Ulla debido a las lesiones cerebrales ocasionadas por una parada que sufrió durante una intervención quirúrgica mientras le extraían las muelas del juicio.

Según la sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press, la Audiencia Nacional condena a la Administración por su "responsabilidad patrimonial" y después de determinar que el fallecimiento del joven fue "un resultado anormal e inusualmente grave y desproporcionado en relación con los riesgos que comportaba la intervención en relación al padecimiento que se pretendía proyectar la prestación sanitaria".

El pasado 6 de abril de 2005, el paciente, que presentaba buen estado general de salud y era deportista, fue sometido a intervención quirúrgica bajo anestesia local y sedación para quitarle las muelas del juicio en el Hospital Gómez Ulla. Sin embargo, a los pocos minutos de iniciada la intervención, comenzó a levantar y agitar las manos, lo que fue interpretado por los facultativos como 'disconfort' o dolor intraoperatorio.

Ante esta situación, se procedió a aumentar la sedación por dos, lo que le provocó una ligera hipotensión y bajada de la frecuencia cardiaca hasta 50 latidos por minuto. Posteriormente, los cirujanos apreciaron coloración oscura en la mucosa labial y palidez cutánea, siendo el sangrado más oscuro en el campo quirúrgico, por lo que avisaron al anestesista que ordenó detener la intervención sufriendo el paciente, a continuación, una parada cardiaca consecuencia de la falta de oxigenación.

La Sentencia aplica la teoría del daño desproporcionado e inversión de la carga de la prueba y recoge que les consta que al paciente, ante su manifestación, al parecer, de disconfort, "se le procedió a aumentar la sedación por dos veces, se estimó normal la primera bradicardia leve que presentó tras el primer aumento de sedación, con 50 latidos" pero que se desconoce la actuación subsiguiente del anestesista.

"Consta en el proceso que la detección de la existencia de una insuficiente aportación de oxígeno al paciente fue detectada por los cirujanos intervinientes ante la existencia de coloración oscura en mucosa labial, palidez cutánea, siendo la sangre en campo quirúrgico más oscura", continúa el texto que recoge que esto es un efecto de una causa previa y que no consta "que fuera detectada a través de los aparatos médicos o por quien en el ámbito del acto quirúrgico está llamado a velar por el estado en cada momento del paciente".

Esta falta de acreditamiento conlleva a la inversión probatoria, y a estimar que "no se realizaron las actuaciones conforme a una adecuada y correcta lex artis, que exige la proyección de una exquisita diligencia y la aplicación las técnicas conforme al estado de la ciencia".