MADRID 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Colegio de Médicos de Madrid recomienda acudir a un especialista ante la aparición de manchas amplias y difusas en la cara, que son, a su juicio, un claro indicio de agresión solar, así como el uso de protección solar durante todo el año, informó la institución.
Según el Colegio, el período estival es una de las épocas del año en la que más agresiones solares sufre la piel porque el tiempo de exposición y la potencia del sol son habitualmente mayores que las del resto del año. Por este motivo, la entidad hizo especial énfasis en el cuidado de las señales de alarma en la piel tras el verano.
En este sentido, los expertos determinaron que las manchas amplias y difusas en la cara aparecen sobre todo en personas de piel oscura y en las mejillas y el labio superior. También, es habitual la aparición de manchas pequeñas, a modo de pecas, de color café con leche y que se denominan lentigos.
Asimismo, el Colegio recomendó acudir a un dermatólogo como medida cautelar para descartar un melanoma en el caso de que un lunar cambie de forma, color o tamaño o aparezca alguno nuevo en cualquier zona cutánea. "No se puede olvidar que el diagnóstico precoz sigue siendo el mejor tratamiento", señaló la organización.
PROTECCIÓN SOLAR
En lo referente al uso de protección solar durante todo el año, la doctora Aurora Guerra, especialista en Dermatología del Colegio de Médicos de Madrid, afirmó que "aunque el sol en verano es especialmente agresivo, muchas veces la gente olvida que la incidencia del sol en nuestra piel se produce durante todo el año y no toma los cuidados adecuados". A su vez, recordó que "los efectos de la exposición al sol son acumulativos".
En cuanto a los cuidados necesarios para tratar la piel tras el verano, Guerra aconsejó "la hidratación de la cara y el cuello diariamente, aunque se tenga la piel grasa, ya que ésta se vuelve más seca en verano y una dieta rica en alimentos frescos que actúe como antioxidante y de proteínas, ya que son fundamentales para la regeneración de tejidos".
Por otro lado, Guerra aseguró que "las cabinas autobronceadoras de rayos ultravioletas no deberían desaparecer por la clasificación por parte del Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer (CIRC) de la Organización Mundial de la Salud que las incluye dentro de la máxima categoría de carcinogénicos para humanos, ya que se utilizan para algunos tratamientos dermatológicos", pero advirtió de que "debería asegurarse el máximo control de estos aparatos y la forma en que se utilizan, sobre todo en la población más joven".