Sus consultas serán repartidas en los centros de Peñagrande, Colmenar Viejo, José Marvá y el Hospital La Paz
MADRID, 29 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Centro de Especialidades (CEP) Fuencarral cerrará finalmente sus puertas este jueves, 1 de marzo, por los problemas de cimentación que presenta y pese a las protestas de los vecinos, que se han manifestado durante días y han recogido firmas para que la solución del problema no pasara por el cierre total del mismo.
Fuentes de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid han explicado a Europa Press que del total de las consultas de este centro, con 68.000 tarjetas sanitarias, 40 se trasladan al centro de Peñagrande; siete, al de Colmenar Viejo; cuatro al de José Marvá; y 14, al Hospital La Paz.
Los vecinos de la zona, en su mayoría, de la tercera edad, se han quejado de los problemas de movilidad que van a tener para trasladarse hasta los nuevos centros, sobre todo, teniendo en cuenta que muchos de ellos se encuentran en fase de rehabilitación por distintas dolencias. Desde el Consorcio Regional de Transportes se ha modificado la línea 137 para mejorar el acceso al de Peñagrande.
Por su parte, la subdirectora gerente del Hospital Universitario La Paz, Mercedes Fernández de Castro, ha explicado, en declaraciones a Europa Press, que el centro se va a cerrar porque "es prudente" que se haga. Ha apuntado que los informes del Ayuntamiento reflejan que hay "deficiencias estructurales" y que van a buscar una solución.
Esta solución pasa, o bien por rehabilitar la parte que falta o bien por demolerlo y construir uno nuevo. Para la subdirectora, el abrir de nuevo el centro sería la "solución más acertada" pero ha reconocido que no es algo que dependa de ella sino de la Consejería de Sanidad y de la capacidad presupuestaria que haya en estos momentos.
Mientras que se cierra el centro, desde Sanidad quieren garantizar la asistencia en la medida de sus posibilidades y, por ejemplo, en el Hospital La Paz accederán los que tengan patologías musculares o esqueléticas, pues en el centro hospitalario hay consultas de traumatología, de rehabilitación, de fisioterapia y de reumatología.
Martínez de Castro ha detallado que otras especialidades, "por razones de espacio", no se pueden atender en el Hospital La Paz, y los pacientes tendrán que acudir al José Marvá, en la calle Bravo Murillo, con acceso de Metro y una línea de EMT o al de Peñagrande, que si bien está "un poco más apartado", se ha pedido la modificación de líneas de la EMT.
VECINOS PREOCUPADOS
Las asociaciones vecinales insisten en que existen alternativas al cierre, como la rehabilitación del edificio. "Algunos informes hablan de que no costaría más de un millón de euros", aseguran las asociaciones vecinales del distrito, "una cantidad más que asumible cuando el presupuesto de la Consejería de Sanidad para este año supera los 7.000 millones de euros".
Otra de las alternativas que barajan es el uso del local comercial del edificio que el Instituto de la Vivienda de Madrid (IVIMA) tiene en el número 22 de la calle Llano Castellano.
"El Gobierno regional alardea de que este año inaugurará dos nuevos hospitales y nueve centros de salud en la región. Lo que no dice es que deja a más de 70.000 vecinos del distrito de Fuencarral sin centro de especialidades", han lamentado.
A los problemas de accesibilidad que generarán a las decenas de miles de usuarios del centro clausurado, los vecinos añaden otro trastorno: la sobresaturación del hospital de La Paz y de los centros Bravo Murillo y Peñagrande, "que ya presentan una notable sobrecarga de pacientes".
Las asociaciones vecinales han animado estas semanas a los vecinos afectados por la clausura del ambulatorio a firmar contra la medida en las hojas de firmas que se han distribuido por el barrio y a través de internet y a colgar pancartas y letreros con la inscripción 'No al cierre' en las ventanas y balcones de sus casas.
Todas ellas (A.V. La Unión, Asociación Familiar UR, Santa Ana, Valverde, Las Tablas, La Flor, Montecarmelo, Begoña), junto con la Asamblea Popular de Begoña, Fuencarral y Tres Olivos y el PSOE, EQUO e IU, convocaron el sábado una manifestación. Además, el propio secretario general del PSM, Tomás Gómez, acudió hace un mes al centro para denunciar la situación.