MADRID, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
El abordaje del linfoma ha sufrido una revolución en los últimos años gracias a la aparición de nuevos anticuerpos monoclonales y terapias dirigidas que han cambiado radicalmente el pronóstico de esta enfermedad, ya que cada año hay más pacientes que logran curarse.
Así lo ha asegurado el jefe de Sección de Hematología del Hospital Universitario La Paz de Madrid, Miguel ángel Canales Albendea, durante un acto organizado por la Asociación Española de Afectados por Linfoma, Mieloma y Leucemia (AEAL) con motivo del Día Mundial de esta enfermedad, que se celebra este viernes 15 de septiembre, de la que se detectan cada año unos 7.200 nuevos casos en España.
Este tipo de tumores se originan en el tejido linfático y afectan a las células inmunes llamadas linfocitos, y durante el desarrollo de la enfermedad se produce un deterioro en el funcionamiento del sistema inmune, ya que son los encargados de la defensa del organismo.
Aunque hay descritos hasta 60 tipos diferentes de linfoma, según ha detallado este experto, en líneas generales pueden distinguirse tres grandes subgrupos --los linfomas de Hodgkin, los foliculares y los B difusos de células grandes-- y, en todos ellos, los avances han sido significativos.
En el caso de los linfomas Hodgkin la curación es ya cercana al 90 por ciento, y en los B difusos está en torno al 70-75 por ciento. Y en los linfomas foliculares, que siempre se han considerado "más difíciles de curar", la supervivencia global es ya de casi 20 años, frente a los 10 que se conseguían antes.
"La clave está en conseguir una buena eficacia de la primera línea de tratamiento, porque si los pacientes sufren una recaída las probabilidades de curación son más bajas", ha añadido Ana Jiménez Ubieto, médico adjunto de Hematología del Hospital 12 de Octubre de Madrid, para lo que ha sido clave la aparición de terapias más eficaces y selectivas.
Además, también hay diferentes ensayos clínicos en marcha en busca de biomarcadores que permitan saber qué tratamiento puede ser más eficaz en cada caso, o que también evalúan los beneficios de la inmunoterapia, que ha supuesto una revolución en muchos tumores sólidos y consiste en reeducar al sistema inmune o ayudarle para combatir al tumor.
Todos estos tratamientos son una parte clave del tratamiento que todavía sigue incluyendo la quimioterapia, que es hasta ahora el fármaco que ha demostrado ofrecer buenos resultados más a largo plazo.
Esta experta también ha reclamado poder contar con más tiempo en las consultas, sobre todo tras el diagnóstico, ya que es importante explicarles bien a los pacientes su enfermedad y resolver todas sus dudas, para evitar que recurran a Internet y puedan encontrar información errónea o de dudosa fiabilidad.
SOLO EL 30% CONOCE SU ENFERMEDAD CUANDO SON DIAGNOSTICADOS
"Aunque nunca lo decimos en las consultas, todos recurrimos a Internet y lo buscamos todo", ha reconocido la presidenta de AEAL, Begoña Barragán, que admite ese desconocimiento de la enfermedad, como demuestra que hasta 7 de cada 10 pacientes con linfoma no conocían la enfermedad en el momento del diagnóstico.
Esto hace que, cuando se conoce el diagnóstico, lo primero que pase por la cabeza de los pacientes sea "la muerte o un desenlace rápido", según Barragán, que critica la atención psicológica tan desigual que ofrecen los hospitales en esos momentos.
"Va a ser difícil contar con psicooncólogos, sobre todo por un tema económico, dado que todavía ni siquiera tenemos oncólogos ni enfermeras suficientes en los hospitales", ha lamentado la presidenta de AEAL.
Además, Barragán ha pedido un mejor conocimiento de la enfermedad también por parte de los profesionales, ya que hasta el 62 por ciento de los pacientes con linfoma son diagnosticados erróneamente, en las primeras consultas.