SANTANDER, 6 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Grupo Español de Leucemia Linfática Crónica (GELLC) y jefe del servicio de Hematología en el Hospital Universitario Vall d'Hebron (Barcelona), Francesc Bosch, ha considerado que, gracias a la aparición de nuevos fármacos, "en menos de diez años" se estará "curando esta enfermedad".
"El avance de los últimos cinco años ha sido brutal y la previsión es que en menos de una década, probablemente, estemos curando la leucemia linfática crónica", ha aseverado en una entrevista con la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, en la que dirige el 'II Encuentro práctico para el conocimiento y tratamiento de la leucemia linfocítica crónica'.
La leucemia linfática crónica consiste en la presencia de células malignas en sangre y, según ha explicado Bosch, se califica como "crónica" porque "aparece de forma muy tranquila", a diferencia de la leucemia aguda, que "empieza de golpe".
Además, el presidente del grupo Español de Leucemia Linfática Crónica ha detallado que también se la denomina "linfática" porque esas células malignas que se encuentran en la sangre son linfocitos, un tipo de células blancas que se incrementan en el flujo sanguíneo.
Así, Bosch ha lamentado que, aunque un paciente de leucemia crónica necesita un tratamiento "urgente", del 30 al 40% de las leucemias crónicas "no se tratan porque el paciente está asintomático", es decir, no tiene ninguna manifestación de su enfermedad.
Respecto a los factores que predisponen la aparición de la enfermedad, el hematólogo ha recalcado que el más importante es la edad. Asimismo, según sus propias investigaciones, otra de estas causas es la "senescencia de los linfocitos" que, tal y como ha señalado, se traduce en que los linfocitos "se van haciendo mayores", lo que facilita el desarrollo de la enfermedad".
"La mediana de edad de diagnóstico es de aproximadamente 70 años", ha revelado, al tiempo que ha hecho hincapié en que este tipo de leucemia "es una enfermedad de personas que ya son mayores".
Por otro lado, el profesor de hematología ha reconocido que solo el nombre de esta enfermedad "asusta", por lo que ha detallado que, tanto él como sus compañeros, pasan más rato explicando "noticias buenas" para el paciente, con el objetivo de "convencerlo de que tiene muchas probabilidades de que esta enfermedad no tenga ningún impacto en su salud".
El hematólogo ha concretado que, en las consultas, parte de la tarea es "explicar al paciente que muchas veces no van a necesitar tratamiento" y, en estos casos, recomienda "llevar una vida sana y vacunarse de la gripe y contra las neumonías para que no haya riesgo de infecciones".
"Hace dos años el tratamiento era lo que llamábamos quimioterapia, entonces, dábamos medicamentos, normalmente por vena, junto a lo que se llama anticuerpos monoclonales", ha explicado.
Por el contrario, ha apuntado que, en la actualidad existen "nuevos medicamentos orales" que "no curan", pero sí "controlan la enfermedad". "La manera en que tratamos a nuestros pacientes ha cambiado muchísimo: pastillas, (a) casa y tienes la enfermedad controlada", ha concluido.