MADRID, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -
La colonoscopia es clave para el diagnóstico precoz del cáncer colorrectal pero su sensibilidad no es del 100% ya que pueden pasar desapercibidas lesiones en alrededor de un 20 por ciento de estas exploraciones, según datos difundidos en el marco del congreso de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) que se celebra estos días en Santiago de Compostela.
Esta falta de sensibilidad es una de las razones por las que pueden aparecer los llamados carcinomas de intervalo, según ha explicado Leopoldo López Rosés, jefe del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Lucus Augusti de Lugo, que son aquellos tumores que se diagnostican poco después de que el paciente haya sido sometido a una colonoscopia.
"No se detectaron lesiones o se extirparon aparentemente todos los pólipos que existían en ese momento. Esto significa que el cáncer se detecta cuando, en teoría, debería ser imposible que se hubiera desarrollado, ya que el período de transición entre pólipo benigno y carcinoma es de muchos años", de 10 a 12 años, según ha explicado.
Esta técnica permite visualizar el interior del recto y del colon con una sensibilidad superior a cualquier otro procedimiento diagnóstico, y también la toma de biopsias y la extirpación de pólipos benignos e incluso, en determinados casos, de pólipos malignos siempre que éstos no presenten un grado de invasión tumoral avanzado.
Además, en este encuentro han destacado la aparición de un nuevo dispositivo que se acopla al colonoscopio y consigue ampliar el campo de visión permitiendo examinar zonas ocultas y aumentar de esa manera la tasa de detección de adenomas.
Se trata de un cilindro que se coloca en el extremo del endoscopio y que contiene unas aletas que se despliegan en el momento de la retirada del colonoscopio, "aplanando con ello los pliegues y dejando al descubierto las lesiones de pequeño tamaño que pueda haber tras los mismos", destaca el doctor López Rosés.
NUEVO MÉTODO PARA AUMENTAR LA SENSIBILIDAD
Con este accesorio, se puede aumentar la sensibilidad de la exploración, "incrementándose la tasa de detección de pólipos que estén escondidos, permitiendo su extirpación e impidiendo con ello su potencial evolución hacia cáncer".
Además, ha señalado, es "especialmente útil" en las colonoscopias de cribado, en las que es muy importante obtener una tasa de detección de pólipos alta que garantice en la mayor medida posible, una limpieza completa de los pólipos existentes y que por consiguiente no aparezcan carcinomas de intervalo.
En España, algunas comunidades autónomas, realizan programas de detección precoz de este tipo de tumores mediante el análisis de sangre oculta en heces, con colonoscopia posterior en los casos positivos. Van dirigidos a personas sin factores de riesgo conocidos para el desarrollo de cáncer de colon, con edades comprendidas entre los 50 y los 70 años.