MADRID 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
La farmacéutica Bristol-Myers Squibb (BMS) ha lanzado programa para ayudar a los pacientes con VIH a conocer y manejar los efectos secundarios que les provoca su tratamiento ya que, de no tratarse adecuadamente, impactan negativamente sobre la calidad de vida y el control de la propia infección.
Dicha iniciativa, conocida como 'Programa ITVIH', se ha presentado en el XIV Congreso Nacional sobre el Sida que se está celebrando en Zaragoza, y según destaca su coordinador, José Fuster, "es importante tratar de buscar soluciones para mantener la mejor calidad de vida posible de los afectados".
"Algunos de estos efectos secundarios pueden llevar a las personas con VIH a no tomar la medicación correctamente e incluso a no tomarla", reconoce este experto, de ahí la importancia de que el programa ITVIH proporcione información básica sobre el tratamiento (cuándo iniciarlo, cuándo cambiarlo, la importancia de cumplirlo, el modo en que actúan los fármacos sobre el virus).
Junto a esto, la aportación más novedosa de esta iniciativa se encuentra en las estrategias y trucos que ofrece para manejar los efectos secundarios.
"El objetivo ha sido poner en manos de la personas con VIH y su entorno una herramienta práctica que les ayude a minimizar las posibles complicaciones", explica Fuster.
Para ello, los consejos están elaborados desde una perspectiva múltiple que abarca desde las estrategias dietéticas hasta las psicológicas pasando por los cambios de comportamiento, "sin entrar en el consejo puramente médico, sino más bien en las medidas complementarias que pueden servir de ayuda".
Los efectos secundarios al inicio del tratamiento difieren de los que suelen aparecer cuando el paciente lleva mucho tiempo con el mismo o con diferentes tratamientos. Al principio son más comunes las alteraciones gastrointestinales (náuseas, vómitos, diarreas), trastornos neuropsiquiátricos (trastornos del sueño, mareos) o las reacciones de hipersensibilidad como las erupciones cutáneas.
Sin embargo, más a largo plazo pueden surgir otras complicaciones como los trastornos metabólicos, mayor riesgo cardiovascular o lipodistrofia (redistribución de la grasa corporal).
"No siempre son problemas menores", comenta Fuster, ya que "algunos pueden contribuir a un envejecimiento prematuro del paciente e incluso reducir su esperanza de vida" y, por ello, es preciso seguir innovando en el tratamiento con el desarrollo de fármacos más cómodos y seguros "sin que eso suponga menor eficacia antiviral".