VALLADOLID, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de Instrucción número 6 de Valladolid investiga la muerte de una paciente de 93 años en el Hospital Clínico de la ciudad después de que supuestamente se cayera de una camilla en una sala donde se le iba a practicar una prueba diagnóstica.
Los hechos, por los que se ha presentado una denuncia ante el Cuerpo Nacional de Policía y que ahora investiga el Juzgado, se produjeron en la madrugada del día 18 de julio, cuando Felisa S.J.C, de 93 años, se encontraba en el Clínico, a donde había sido trasladada en ambulancia en torno a la 1.00 tras sufrir fatiga, algo que la familia atribuyó a una patología relacionada con retención de líquidos que ya había sufrido en otras ocasiones y que sólo había conllevado un tratamiento de un par de días.
Así, se procedió a su atención y a la práctica de varias pruebas diagnósticas, por lo que los familiares advirtieron de que la mujer tenía problemas de movilidad.
Sin embargo, en torno a las 4.00 horas, un neurólogo y un médico de guardia informaron a la familia de que había surgido un problema mientras se realizaba a la paciente una prueba en la sala de rayos, donde Felisa S.J.C. se les había caído en la camilla, según se recoge tanto en sendas comparecencias ante la Policía y el Juzgado.
Como consecuencia de esta caída, recibió un fuerte golpe en la cabeza y en la espalda, con un derrame intracraneal de unos dos centímetros y varias vértebras afectadas, aunque se desconocía en qué medida, según las explicaciones que dieron los médicos, ha narrado en declaraciones a Europa Press uno de los hijos.
Horas después, a las 17.00 horas del mismo día, la mujer --que se encontraba ingresada en compañía de otro de sus hijos-- comenzó a perder el conocimiento y, tras el examen de un médico, se informó de que estaba en muy mal estado y que se debía dar aviso al resto de familiares dado que podía fallecer, algo que ocurrió en torno a las 19.30 horas, precisamente cuando uno de los hijos se encontraba en dependencias policiales para poner la denuncia ante la sospecha de que se hubiera podido producir una negligencia.
Ante esta situación, la familia solicitó un informe de las lesiones sufridas por su madre en el momento en el que se la asistía, algo que no ha facilitado el centro, que manifestó que se realizaría un parte que se remitiría a la autoridad judicial. Además, se ha pedido la práctica de una autopsia para determinar las causas de la muerte y si las lesiones que pudo sufrir fueron determinantes en el óbito.
FALTA DE DOCUMENTACIÓN
Aunque la familia solicitó información por escrito, no se les ha facilitado documentación alguna y el juzgado aún no tiene constancia de ello hasta la fecha, según el descendiente de la víctima, quien ha lamentado que no se les haya dado explicaciones sobre lo ocurrido más que las que de madrugada se dieron, cuando los médicos dijeron que se les había caído.
El hijo de la víctima ha incidido además en que las explicaciones, sólo tres horas después de haber ingresado y de que se hubiera producido la caída en sí, fueron dadas no sólo por un médico de guardia sino también por un neurólogo, que ya señaló la presencia del derrame y su tamaño. "Hemos tenido un problema, se ha caído", dijeron los profesionales, para después apuntar las lesiones.
La familia sospecha que puede haber habido una negligencia y no creen que el fallecimiento se deba sólo a la patología previa que presentaba la paciente, sino que también su estado empeoró por el golpe y los medicamentos que para tratarla de las lesiones que sufrió tuvieron que ver en el fatal desenlace.
Sin embargo, han insistido en que no tienen documentación que explique lo que realmente ha ocurrido y se han encontrado con "mutismo" total y la respuesta de que se enviaría lo necesario al juzgado, que tendrá que decidir si hay indicios o no de algún tipo de negligencia.
Además de la denuncia, la familia también ha presentado sendas quejas ante el departamento de atención al paciente del Hospital, una vía telemática --cuando aún vivía-- y otra presencialmente --después de que falleciera--.
Incluso en algún momento llegaron a recibir alguna respuesta en la que se les dijo que lo ocurrido "era normal" o que se procuraba no entrar en las salas de rayos para evitar radiación, algo que otros profesionales han contradicho al explicar que para eso existen prendas que protegen a quienes entra con los pacientes cuando es necesario, según ha explicado.