MADRID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
El judo puede mejorar el estado físico de los niños con autismo, según ha demostrado un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Florida Central (Estados Unidos) y que ha sido publicado en el 'Journal of Autism and Developmental Disorders'.
"Nuestro estudio muestra que el judo no solo promueve las habilidades sociales, sino que es bien aceptado por esta población y es un gran programa para reducir el comportamiento sedentario y aumentar la confianza", han dicho los expertos.
Y es que, el judo promueve la interacción social, enfatiza la atención plena y se enfoca en el equilibrio, la fuerza, así como la coordinación, mientras que alterna entre ejercicio de baja, moderada y de alta intensidad.
En el trabajo, 14 niños de 8 a 17 años tuvieron la oportunidad de participar en una lección de judo de 45 minutos una vez por semana durante ocho semanas. La clase fue diseñada específicamente para niños diagnosticados en el espectro del autismo.
Los participantes fueron separados en grupos más pequeños según la edad (8-12 y 13-17 años) y, aunque a todos se les enseñó un plan de estudios similar, todas las partes no utilizadas del gimnasio donde se llevaron a cabo las lecciones fueron cerradas. Este diseño ayudó a limitar las distracciones.
Un instructor de judo primario y un instructor asistente enseñó el programa. Los estudiantes graduados brindaron aliento a los participantes y ayudaron a demostrar los ejercicios a los participantes en un formato 1- 1 si era necesario.
El calentamiento general incluyó actividades como trotar ligero, estiramientos y volteretas. Después del calentamiento, las sesiones consistieron en una progresión de técnicas que se centraron en la seguridad, la estabilidad, el uso de extremidades y las señales visuales.
La finalización individual de estos ejercicios cambió gradualmente a la finalización del compañero o grupo pequeño a medida que el programa progresaba. Cada sesión concluyó con el tiempo asignado para practicar técnicas de respiración y atención plena, incluida la reflexión de los participantes sobre las actividades realizadas.
Para rastrear su tiempo lejos de las alfombrillas de judo, cada estudiante recibió un acelerómetro, que sirvió a los investigadores para rastrear la actividad al principio y al final del programa. "Esta primera cohorte de estudiantes en el programa de judo mostró resultados positivos en el logro de los resultados de salud deseados", han dicho los investigadores.