MADRID, 25 Ago. (EDIZIONES) -
Recibir un diagnóstico de cáncer supone un shock y siempre influye cómo se informa al paciente desde el primer momento. Una buena comunicación médica no sólo reduce el miedo, sino que también mejora la eficacia del tratamiento, la adherencia, así como el bienestar de los pacientes.
En este artículo, te explicamos por qué la información es también medicina, con la ayuda del jefe de Servicio de Oncología del Hospital Universitario de Fuenlabrada, Juan Antonio Guerra Martínez, quien remarca en declaraciones a Europa Press Salud Infosalus que cuando un paciente recibe un diagnóstico de cáncer es “esencial”.
Defiende que, desde el principio, la información que reciba el paciente sobre la naturaleza y el comportamiento de su enfermedad (qué es el cáncer y por qué puede esperarse la diseminación de la enfermedad aun cuando se haya diagnosticado en las fases iniciales) es fundamental; pero también sobre el proceso diagnóstico que se ha realizado hasta ese momento; sobre la necesidad de un tratamiento quirúrgico si procede, y la razón de administrar un tratamiento después de la cirugía, o incluso antes del procedimiento quirúrgico para facilitarlo.
LA INFORMACIÓN, UNA IMPORTANTE ARMA TERAPÉUTICA
“Es imprescindible que conozca los pormenores del tratamiento que recibe, su indicación, su forma de administración, los efectos secundarios agudos y tardíos, la forma de reconocer estos efectos secundarios, su gravedad, cómo combatirlos, y ante qué eventos debe acudir a su médico en algún momento por posibles toxicidades. Esto es especialmente importante en tratamientos como la inmunoterapia, donde el tratamiento precoz de los efectos secundarios evitará complicaciones graves”, asevera este oncólogo.
Así, destaca que “la información es una potente arma terapéutica” porque permite que el paciente conozca el proceso del que está siendo diagnosticado, y el porqué de los pasos dados hasta ese momento. “Además, sirve para crear confianza en su equipo asistencial”, resalta igualmente este experto del Hospital Universitario de Fuenlabrada.
BENEFICIOS DE SER BIEN INFORMADO TRAS EL CÁNCER
A juicio del doctor Guerra Martínez, un paciente bien informado tiene menos ansiedad, menos efectos secundarios con los tratamientos, y confía en su equipo asistencial; lo que mejora su estado psicológico, su capacidad de enfrentamiento a la enfermedad, y su disposición para el cumplimiento de las pautas de actuación que se le puedan proponer.
Desde el punto de vista de la autonomía del paciente, dice que su mejor conocimiento de la situación potencia su capacidad de adoptar las mejores decisiones en los momentos en los que deba contarse con su opinión para decidir entre varias alternativas de actuación.
RECOMENDACIONES PARA MEJORAR SU BIENESTAR
Ve muy beneficioso igualmente este experto el instruir a los pacientes en recomendaciones para mejorar su bienestar, dar información sobre dietas adecuadas, sobre ejercicio físico a realizar, y la forma de acceder a información complementaria de calidad.
“A falta de una información suficiente, personalizada, y fiable por parte de su médico en todas estas áreas, no es infrecuente que el paciente lo supla acudiendo de forma indiscriminada a Internet como fuente de información, donde abundan contenidos no contrastados y, por definición, nunca personalizados al paciente en concreto”, avisa este oncólogo.
Habla, por ejemplo, de tener precaución con todas aquellas informaciones relativas a los mitos sobre dietas milagro, sobre restricciones de alimentación en estos contextos, o sobre tratamientos sin ningún soporte científico.
“Se trata, en algunos casos, de recomendaciones que no sólo no aportan beneficio al paciente, sino que incluso pueden interferir con sus tratamientos. Es muy frecuente que se recurra a tratamientos alternativos amparados bajo el supuesto paraguas de lo natural, y es importante que el equipo asistencial esté informado de su composición puesto que pueden alterar la tolerancia a los tratamientos oncológicos habituales”, subraya este especialista del Hospital Universitario de Fuenlabrada.
Por ello insiste en que es prioritario crear un clima de confianza en el que el paciente y su entorno se sientan seguros, y tengan la sensación de que sus dudas son escuchadas y resueltas: “El paciente debe sentir que su opinión, ante determinadas posibilidades de tratamiento, es escuchada y tenida en cuenta. Debe estar dispuesto en todo momento a relatar esas posibles actuaciones alternativas que su equipo médico debe conocer y, en su caso, desaconsejar con firmeza, lo que será muy difícil si el paciente se siente insuficientemente atendido”.
Aquí advierte de que no se debe olvidar el hecho de que el equipo asistencial lo forman muchos profesionales que van participando en las diferentes fases de la enfermedad y su proceso diagnóstico y terapéutico, y es imprescindible que el paciente conozca este entorno y sea consciente de las dificultades y de la responsabilidad en la toma de decisiones de su equipo asistencial.
CÓMO SE TRANSMITE LA INFORMACIÓN
Finalmente, preguntamos al jefe de Servicio de Oncología del Hospital Universitario de Fuenlabrada, Juan Antonio Guerra Martínez, sobre la importancia de cómo se transmite la información a los pacientes con cáncer, subrayando que ésta “se debe administrar en función de las necesidades y de la situación personal de cada paciente”, remarcando que “es tan importante lo que se transmite, como la forma de transmitirla”.
“Es idóneo también dosificarla a la medida de su capacidad de asimilación; siendo recomendable que se aporte en momentos distintos para no aturdir con demasiada información en los momentos angustiosos de las primeras consultas”, subraya.
Es más, sostiene que se debe aportar en las mejores condiciones posibles: en un entorno adecuado, con tranquilidad y sin prisa, transmitiendo la sensación de que se dispone de todo el tiempo que el paciente necesite para resolver todas sus dudas y temores, y permitiendo tanto al paciente como a su familia hacer preguntas.
Asimismo, y si el paciente va a recibir tratamiento complementario tras la cirugía o previo a ella, el doctor Guerra Martínez ve muy recomendable que la información sobre la toxicidad, los tratamientos de soporte, y las recomendaciones se den también por el personal de enfermería, quienes van a tratar al paciente antes de la primera sesión de tratamiento, con las mismas precauciones de tranquilidad y de disponibilidad mencionadas antes, “a fin de que el paciente se sienta respaldado por un equipo completo al que conoce y en el que confía”.