MADRID 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los familiares de los pacientes con demencia son la extensión de los profesionales sanitarios y su implicación es clave para aumentar el potencial de la estimulación que reciben estos pacientes y mantenerse independientes durante el mayor tiempo posible.
Así lo ha reconocido el director médico del Instituto de Rehabilitación Neurológica NeuroMadrid, Luis Gangoiti, que reconoce que el papel de la familia es esencial para proporcionar un apoyo adecuado al paciente con demencia.
En este aspecto, los canales de comunicación son muy importantes, por lo que "hay que definir claramente la figura de un familiar como cuidador principal y uno o dos profesionales sanitarios de referencia". Además, según ha explicado, los familiares deben estar entrenados en técnicas de manejo y estimulación del paciente, ya que les ayuda a ser conscientes de las características de la discapacidad.
El director médico de NeuroMadrid cree necesario que los familiares reciban apoyo psicológico, tanto en la fase de rehabilitación (de forma individual) como en la fase de readaptación (suele hacerse con grupos de autoayuda).
En estos pacientes es muy importante la definición de un programa de estimulación que tenga en cuenta el uso de ayudas y adaptaciones en el hogar, con especial interés en la prevención de las complicaciones asociadas.
Por ello, ha añadido, "se dará a la familia antes de iniciar el tratamiento las normas escritas que aseguren las adecuadas hidratación, nutrición y ritmo intestinal del paciente con demencia, la adaptación de ropa y calzado apropiados y un registro que detalle el control del dolor y del sueño adecuado para modificar tratamientos farmacológicos tratando de evitar el exceso de sedantes".
Asimismo, el programa de seguridad "prevé la eliminación de barreras arquitectónicas en el hogar y el uso de ayudas técnicas y una correcta iluminación de las áreas en las que el paciente vive".
El equipo multidisciplinar y especializado en un centro especializado en neurorrehabilitación "es esencial en el manejo de pacientes con demencia porque permite la implantación de un programa de estimulación y el seguimiento con revisiones periódicas del estado físico y mental, realizando un ajuste individualizado del programa de ejercicios y actividades a realizar", según el doctor Gangoiti, que ve necesario, además, tener presente la frecuente pluripatología a nivel cardiovascular y músculo-esquelética a la hora de modificar el plan de tratamiento.
En este sentido, argumenta, el programa debe ser detallado y específico, y definir por escrito objetivos mínimos de actividad, dependiendo de la capacidad funcional del paciente, "prestando una especial atención al correcto aprendizaje de las técnicas y evaluando la motivación del anciano, ya que la capacidad de disfrute y el entretenimiento constituyen el mejor factor de adhesión al programa de estimulación".