MADRID, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -
Una paciente invidente del Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) ha logrado percibir estímulos luminosos para localizar objetos y manejarse de forma más autónoma gracias a la implantación del primer chip de retina comercial del modelo 'IRIS II' en Europa, cuya intervención cumple en este mes de agosto un año.
Tras la implantación, llevada a cabo por el doctor Borja Corcóstegui, director de IMO e implicado en el estudio y desarrollo de la visión biónica desde hace más de dos décadas, la paciente inició un período de seis meses de rehabilitación visual en consulta y otros tantos de entrenamiento en casa.
Este trabajo ha hecho posible que esta tecnología de visión artificial, que incluye un estimulador eléctrico en la retina con 150 electrodos, unas gafas con una minicámara bioinspirada y un procesador de mano, se integre en la vida cotidiana de la paciente, Rosario Juez.
Para ella, con ceguera por retinosis pigmentaria, el chip de retina es una nueva ayuda que ha venido para quedarse en su día a día, junto a su perro guía y al uso del bastón. Los "hilos de colores y brillantes" que capta, según los describe, le sirven para ponerse en alerta y le indican cuándo hay algo frente a ella, diferenciando formas y tamaños.
Entre los principales cambios que ha notado, destaca "apreciar si hay un plato o un vaso encima de la mesa, distinguir si la televisión o las luces están encendidas o apagadas, evitar chocarse con las paredes o sortear obstáculos al salir a la calle".
NUEVOS AVANCES
Carol Camino, optometrista de IMO responsable del proceso de rehabilitación visual para aprender a 'ver' de forma biónica, destaca que este progreso en la mejora de su calidad de vida está apoyado por la eficacia y la seguridad demostradas en el estudio multicéntrico del que formó parte IMO como único centro en España, en el que participaron una decena de pacientes y tras el que se implantó comercialmente el chip a Rosario, en agosto de 2017.
Haciendo balance, como una de las "pioneras" de la visión artificial, asegura que "volvería a repetir el proceso, ya que es solo el principio de avances que están por venir". Rosario confía en que los estímulos
luminosos permitan afinar el reconocimiento, por ejemplo, entre un árbol y una farola, gracias a los nuevos modelos de microchip que ya están en investigación.
Entre esos nuevos avances se encuentra 'PRIMA', la próxima generación de la compañía Pixium Vision que sucede al 'IRIS II' y que, en su primera versión, alcanza ya los 400 electrodos para obtener una definición superior de las imágenes.
Este prometedor dispositivo, que "revoluciona" la forma de implantación de los estimuladores eléctricos de la retina (al colocarse debajo de ella y no encima para emitir señales al cerebro de forma más biológica), ya se ha implantado en un estudio con 5 pacientes en París que sufren degeneración macular asociada a la edad, y también se está testando en Pittsburgh (Estados Unidos).
Si los resultados lo avalan, está previsto que en los próximos meses se ponga en marcha un nuevo ensayo clínico extendido a varios centros, y que repetirá participación de IMO, para que 'PRIMA' esté más cerca de ser una opción efectiva en la lucha contra la ceguera.