MADRID, 19 May. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Ben Gurión en el Neguev (Israel) han creado una prueba que usa muestras de la respiración y aliento obtenidas en una especie de alcoholímetro, y en menos de un minuto identificarían o no a portadores de COVID-19.
"El aparato muestra un 90 por ciento de precisión en las pruebas hechas hasta ahora", explica el profesor Gabby Sarusi, jefe de la Unidad de Electroóptica del la universidad y líder de proyecto.
Los tests preclínicos, llevados a cabo junto con el ministerio de Defensa israelí en más de 120 personas, han tenido un índice de éxito más alto del que obtienen los tests habituales de reacción en cadena de la polimerasa (PCR, en inglés). Las pruebas en los siguientes días determinarán si el test puede identificar el estadio específico del COVID-19 y si lo distingue sin lugar a dudas de otros virus, como asegura el equipo inventor.
"Medimos las características físicas del virus, cosas como cómo conduce la electricidad, no su ADN, y al tratarlo como una partícula física, que también es, nuestros procesos son mucho más rápidos que los de los biológicos y nuestros métodos radicalmente diferentes. Van a la velocidad de la luz", apunta.
"Como este virus es una nanopartícula, nos preguntamos si podríamos detectarlo usando métodos el mundo físico, fotones e ingeniería eléctrica. Y descubrimos que la respuesta era positiva: este virus resuena en la frecuencia THz (terahercio)", añade el físico. Es decir, una espectroscopía en esa frecuencia lo descubre rápidamente. El desarrollo del aparato les tomó apenas dos meses de trabajo intensivo.
Se toman partículas en una simple recogida de muestra respiratoria o frotis de nariz o garganta, y se colocan sobre un microchip cargado de sensores matemáticos diseñados para este propósito. El sistema analiza la muestra biológica y da un resultado preciso, negativo o positivo, en el siguiente minuto a través de un sistema en la nube. El dispositivo guarda los resultados en una base de datos que puede ser compartida con las autoridades, haciendo mucho más sencillo el monitoreo del virus.
El nuevo método se basa en un cambio en la resonancia del rango de un tipo de ondas electromagnéticas conocidas como radiación de terahercios en presencia del virus. Este tipo de rango espectral ha sido utilizado en las últimas décadas para la detección precoz e identificación de muestras biológicas.
Cada kit costaría entre 50 y 100 dólares (45 a 91 euros) para producirse, "un precio mucho menor de lo que cuesta hoy en día la prueba en laboratorio", en palabras de Sarusi, "porque los tests de coronavirus actuales están basados en la identificación y amplificación del RNA vírico, y por ello dependen de reacciones bioquímicas caras". "Además, los tests PCR toman horas, en muchos casos incluso días, hasta mostrar resultados y requieren complicación logística al necesitar transportar muestras biológicas sensibles. Nosotros queremos acortar y simplificar todo ese proceso", concluye.