ZARAGOZA, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un estudio realizado sobre una población de casi 1.500 varones entre 40 y 59 años, trabajadores de la factoría General Motors ubicada en Figueruelas (Zaragoza), ha permitido hallar un nuevo método para el diagnóstico precoz de la arteriosclerosis, enfermedad de los vasos sanguíneos producida por la acumulación de colesterol, que está relacionada con un tercio de las muertes producidas cada año en España.
En concreto, el trabajo demuestra que la presencia de placas de ateroma --acúmulos de colesterol-- en las arterias femorales, que son las que se encuentran en las ingles y que llevan la sangre hasta las piernas, predice bien la presencia de lesiones en las arterias coronarias.
Uno de los firmantes del estudio, el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y miembro del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III, Martín Laclaustra, ha detallado en rueda de prensa que "si existen placas de ateroma en las arterias femorales, hay tres veces más posibilidades de que la persona tenga calcio en el corazón".
A su vez, ha añadido que el calcio en el corazón "se asocia a un mayor índice de infartos en las personas" por lo que la presencia de estas placas "es muy probable" que sirva para predecir el riesgo de sufrir infartos.
El especialista ha indicado que las arterias femorales son una zona que hasta ahora no se había utilizado para detectar la presencia de colesterol y por eso ha considerado que "puede ser interesante incorporar esta exploración para mejorar la predicción" de sufrir una enfermedad cardiovascular.
Por su parte, otro de los firmantes del estudio, el miembro del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS), Fernando Civeira, ha asegurado que "uno de los grandes hallazgos de este trabajo es que más del 95 por ciento de las personas que tienen mucho calcio en el corazón poseen, además, placas en las femorales".
Esto significa que "la ausencia de placas en las arterias femorales supone, prácticamente, ausencia de lesiones coronarias avanzadas, algo extraordinariamente importante" para plantear pruebas de cribado en el futuro.
GRUPO NO IDENTIFICADO HASTA AHORA
Civeira ha manifestado que en un tercio de personas que sufren arteriosclerosis puede tener como primer síntoma de la enfermedad la muerte por infarto ya que no presentan los factores de riesgo asociados a esta enfermedad, como tener el colesterol alto en sangre, hipertensión, ser diabético o fumador.
Ha añadido que, por eso, "muchos infartos se producían en gente que tenía arteriosclerosis, pero que no éramos capaces de predecirla" por lo que ha dicho que poder hacerlo a través de la presencia de placas de colesterol en las arterias femorales es un avance importante para ese grupo de población.
Precisamente, Martín Laclaustra ha indicado que este estudio ha revelado que el 57 por ciento de las personas con bajos factores de riesgo presentaba arteriosclerosis en las arterias femorales, en las del cuello o en las del corazón o "rastros de haber tenido".
Civeira ha explicado que ahora se inicia una segunda fase del estudio, de la que espera que haya resultados "consistentes" a finales de este año, para conocer "qué grado de arteriosclerosis debe haber para desarrollar una enfermedad cardiovascular clínica" y "qué número total de eventos de enfermedad clínica es capaz de predecir cada una de las localizaciones de la arterosclerosis" --inglés, cuello y corazón--.
De esta forma, "podremos ver si esto lo podemos aplicar de formar rutinaria en la práctica clínica para prevenir" infartos o ictus. Por su parte, la directora gerente del IACS, Sandra García, ha remarcado que este sería "un instrumento de predicción de riesgo de enfermedad", una "primera herramienta de cribado", con "valor predictivo, no diagnóstico" ya que "no es lo mismo tener un infarto que calcio o ateroma".
El estudio también desvela que el 72 por ciento de las personas analizadas tenían o había tenido arteriosclerosis en alguna de estas tres zonas, algo que implica que "posiblemente llegamos un poco tarde" en la detección de esta patología que puede desembocar en infarto, ha apuntado Civeira.
Ha añadido que "si queremos ser eficaces, quizá no haya que concentrar tanto los recursos en edades avanzadas, como en fases precoces", es decir, controlar a los varones a partir de los 40 años y a las mujeres después de la menopausia y también supone "nuestro organismo tolera cifras menores" de colesterol, tensión arterial o diabetes.
PRINCIPALES DATOS DEL ESTUDIO
El estudio se ha publicado en la revista 'Journal of The American College of Cardiology' y se enmarca dentro de un programa de investigación denominado 'Aragon Workers Health Study', coordinado en Zaragoza por el profesor José Antonio Casasnovas y en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares por el cardiólogo Antonio Fernández-Ortiz, que ha contado con la dirección científica del profesor y director general del CNIC, Valentín Fuster.
El profesor José Antonio Casasnovas ha explicado que este proyecto supone haber realizado pruebas a 5.678 trabajadores de General Motors España, que han participado de forma voluntaria entre 2009 y 2015. Además, de ellos, se seleccionó a 2.670 trabajadores de entre 40 y 55 años para un seguimiento especial en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza.
El estudio publicado ha sido elaborado con un muestra de cerca de 1.500 de estos trabajadores, de entre 40 y 59 años, cuyas pruebas de imagen tenían unos requisitos de calidad. Estas últimas han sido una ecografía en el cuello --para observar las arterias carótidas--, otra en las piernas --arterias femorales-- y un escáner cardiaco a través de TAC.