MADRID 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Respiratorias (CIBERES) han conseguido medir la carga bacteriana y predecir las complicaciones y mortalidad que puede causar la neumonía neumocócica, según informó hoy el centro en un comunicado.
Los especialistas consideran que este descubrimiento, que aparece publicado en la revista 'Chest', cambia el paradigma sobre la sepsis (infección sanguínea generalizada), que hasta ahora consideraba que la respuesta exagerada del huésped era el principal determinante de desarrollar shock y fallecer.
Según explicaron los responsables de este hallazgo, en pacientes con neumonía neumocócica, la medición de la carga bacteriana es independiente del uso de antibióticos y permite anticipar los pacientes que requerirán ingreso en UCI, ventilación artificial y tienen un riesgo elevado de morir. Este descubrimiento permite así estratificar objetivamente la gravedad en urgencias, así como identificar candidatos a un tratamiento más agresivo.
Uno de los investigadores, el doctor Waterer, señaló que "en el futuro este estudio permitirá diseñar un enfoque terapéutico distinto y duplica el número de pacientes en que se identifica invasión del torrente sanguíneo". Asimismo, resaltó que "la neumonía neumocócica es la principal causa de muerte por infección bacteriana en el mundo occidental".
Por su parte, el jefe de la UCI del Hospital Joan XXIII de Tarragona y director del estudio, Jordi Rello, destacó que el descubrimiento cambia la teoría de la sepsis. En su opinión, "la implementación de esta técnica permitirá conocer en tres horas la carga bacteriana e identificar los pacientes con neumonía que se van a complicar".
Según apuntó, "la idea que dio lugar a este estudio se inspiró en la medición de la carga viral en el sida, y aporta una pieza inesperada al gran rompecabezas que es la respuesta inflamatoria a las infecciones". "Los pacientes con elevada carga bacteriana deben recibir dos antibióticos y vigilancia en la UCI", concluyó.