MADRID, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un cóctel de cuatro anticuerpos es eficaz para neutralizar un virus de la familia de los henipavirus, un grupo de patógenos considerados una amenaza mundial para la bioseguridad, según han demostrado investigadores de la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos).
El estudio, publicado en la revista científica 'Proceedings of the National Academy of Sciences', se centró en la protección contra una variante recientemente identificada del virus Hendra, que, junto con el virus Nipah, ha sido responsable de brotes mortales de infección animal y humana en el hemisferio oriental. La película 'Contagio', de 2011, muestra un brote vírico ficticio originado por un cerdo infectado que sigue el modelo del virus Nipah.
La variante de Hendra, identificada en dos caballos y en murciélagos en Australia, presenta cambios genéticos drásticos con respecto al virus original, lo que ha generado un sentimiento de urgencia entre los científicos para saber cómo las medidas actuales contra el virus se adaptan a este patógeno reestructurado.
Los investigadores examinaron y determinaron en estudios celulares que varios anticuerpos monoclonales desarrollados previamente para neutralizar el virus original también son eficaces contra la variante. El equipo también diseñó un anticuerpo adicional que podría unirse a otros tres en un potente cóctel que dejaría al virus con una capacidad mínima de seguir mutando para escapar del reconocimiento de los anticuerpos.
"Estos cuatro anticuerpos pueden unirse simultáneamente, lo que es importante para evitar que los futuros mutantes se escapen. Si sólo tienes uno o dos anticuerpos, el virus puede desarrollar fácilmente un mecanismo para escapar del reconocimiento de los anticuerpos. Si se dispone de más anticuerpos en un cóctel desarrollado como terapia, se reducen las posibilidades de un mutante de escape en muchos órdenes de magnitud", ha detallado uno de los autores de la investigación, Kai Xu.
Tanto el virus Hendra como el Nipah pueden causar enfermedades mortales en humanos, caballos, cerdos y otros mamíferos, y se transmiten entre humanos y animales. El zorro volador, una especie de murciélago, se considera el huésped natural de los virus. Los patógenos, muy similares, descubiertos en la década de 1990 en Australia y Malasia, respectivamente, causan graves síntomas respiratorios e inflamación cerebral que conducen a la muerte en hasta el 95 por ciento de los infectados.
"Al principio se pensaba que estos virus no podrían mutar tanto: su genoma es en gran medida estable, por lo que parecía que una contramedida como un anticuerpo, un fármaco o una vacuna podría prevenirlos totalmente. Pero no es así: al igual que el SARS-CoV-2, una vacuna por sí sola no puede ganar la guerra. El virus evoluciona constantemente para adaptarse a un nuevo huésped", remacha Xu.
En una serie de experimentos realizados en un sistema de virus que carece del gen patógeno, los investigadores descubrieron primero que la variante, conocida como HeV-g2, se adhiere al mismo receptor que el virus HeV original para entrar en las células del huésped, y con la misma fuerza. La variante, al igual que el original, utiliza dos proteínas para entrar.
Un total de seis anticuerpos monoclonales (tres para cada proteína de entrada) que se desarrollaron previamente para adherirse a "huellas" coincidentes en las proteínas de superficie del virus Hendra y Nipah, neutralizaron la variante HeV-g2 casi tan bien como bloquearon los virus originales. En estudios anteriores, el tratamiento posterior a la infección con estos anticuerpos protegió a numerosas especies animales contra dosis letales de los virus Hendra y Nipah.
Para proporcionar una protección aún mayor, los investigadores desarrollaron un anticuerpo adicional que se combina con otros tres que neutralizan una de las dos proteínas virales que acceden a las células del huésped.
"Sabemos, tras precisos estudios de modelado atómico y de unión, que estos cuatro anticuerpos, el nuevo más los tres desarrollados anteriormente, son compatibles entre sí y pueden unirse al mismo tiempo. No queremos que compitan o interfieran entre sí, y queremos ese tipo de combinación como cóctel para el desarrollo terapéutico", esgrime Xu.
El tratamiento con anticuerpos monoclonales resultante se utilizaría tras la exposición al virus. Los investigadores también probaron la eficacia de un candidato a vacuna contra el virus de Hendra en dos macacos rhesus, y descubrieron en la sangre extraída 28 días después de la última de las tres inyecciones que la vacuna generaba una respuesta de anticuerpos neutralizantes en los animales contra la variante HeV-g2.