MADRID, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Children's Hospital Los Ángeles (Estados Unidos) han avisado, en un estudio publicado en la revista 'The Lancet Child & Adolescent Health', de que la quimioterapia aumenta el riesgo de pérdida auditiva.
En concreto, los expertos han evidenciado que el riesgo de pérdida auditiva se ve afectado no solo por la cantidad de medicamento que se administra, sino también por la forma en que se administra ese medicamento como, por ejemplo, horarios de dosificación o tratamientos complementarios.
La gran cantidad de variables involucradas significa que la pérdida auditiva permanente puede ocurrir en cualquier lugar del 20 al 90 por ciento de los pacientes tratados con cisplatino. Este rango variable se debe al hecho de que las circunstancias difieren para muchos pacientes (su edad, tipo de cáncer y otros factores).
No obstante, el nuevo estudio revela que otro aspecto importante de la quimioterapia puede afectar el riesgo de pérdida auditiva de un niño.
"Descubrimos que la forma en que infundimos el medicamento puede alterar significativamente el riesgo de efectos secundarios. El cisplatino se ha utilizado para tratar cánceres en niños y adultos durante más de cincuenta años, pero por primera vez, tenemos conocimientos sobre cómo algo tan simple como ajustar nuestro enfoque de dosificación puede prevenir la pérdida de audición y aún así mantener tratamientos efectivos", ha recalcado el director del estudio, Etan Orgel.
Para llevarlo a cabo, los investigadores recopilaron información de más de 1.400 pacientes tratados en hospitales de Estados Unidos y Canadá. Un grupo de datos de este tamaño no es poca cosa. "Hemos recopilado datos del grupo más grande de niños y adolescentes tratados con cisplatino con una amplia variedad de cánceres. Esta información nos ayudará a tener conversaciones importantes con las familias sobre los riesgos que enfrentan durante la terapia", han añadido.
En general, el estudio mostró que el 44 por ciento de los pacientes pediátricos tratados con cisplatino sufrían de pérdida auditiva de moderada a grave, si bien los datos mostraron que no todos los programas de tratamiento conllevan el mismo riesgo.
De hecho, los niños que recibieron dosis más altas de quimioterapia fueron más propensos a experimentar pérdida auditiva, incluso cuando la cantidad total de cisplatino durante el transcurso de la terapia fue la misma. El grupo también descubrió otro factor de riesgo de pérdida auditiva, previamente desconocido: el uso concurrente de vincristina, un segundo agente de quimioterapia que a menudo se agrega a los regímenes de tratamiento.
El equipo abordó otra barrera para comprender la pérdida auditiva inducida por cisplatino: la variación en la interpretación de las puntuaciones de audiología. Muchos centros médicos internacionales clasifican la pérdida auditiva de manera diferente, lo que hace imposible las comparaciones directas.
Para superar este problema, los expertos revisaron todos los datos del estudio utilizando el mismo sistema de consenso internacional para la pérdida auditiva inducida por cisplatino (desarrollado por la Sociedad Internacional de Oncología Pediátrica), lo que permitió a los investigadores comparar la pérdida auditiva utilizando más de 2000 pruebas de pacientes tratados en 19 instituciones diferentes.
Descubrir cómo las variables del mundo real afectan el riesgo de efectos secundarios permite a los oncólogos atender mejor a cada niño. "Estudios como estos son un primer paso crucial en el desarrollo de un enfoque verdaderamente individualizado para cada paciente. Los datos proporcionados por este estudio ayudarán a los oncólogos a identificar a los pacientes que podrían tener un mayor riesgo de pérdida auditiva para que se puedan considerar estrategias de protección", han zanjado los expertos.