MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Bonn (Alemania) han desarrollado un método capaz de identificar el cáncer de mama agresivo, cuyas células son capaces de manipular a su favor la respuesta del sistema inmunitario tanto en ratones como en personas.
Cuando un tumor comienza a crecer en el cuerpo, el sistema inmune generalmente no pasa desapercibido. Los macrófagos, una defensa del cuerpo, migran a las células cancerosas, las digieren y las eliminan, si bien a veces las células tumorales logran escapar e, incluso, usan los macrófagos para sus propios fines y crecen aún más rápido.
Para hacer esto, las células cancerosas reprograman a las células inmunes, es decir, se aseguran de que ciertos genes en los macrófagos estén apagados y otros encendidos. Esto cambia la 'firma' genética de los macrófagos, la cual a su vez revela si el tumor tiene un pronóstico bueno o malo.
Para identificar los cambios causados por el tumor, es necesario saber qué genes están normalmente activos en los macrófagos. Sin embargo, esto varía considerablemente dependiendo del órgano en el que las células malignas realizan su servicio. Además, los cambios inducidos por el tumor no siempre son idénticos, y difieren de un paciente a otro.
"Dependiendo de qué mutación es responsable del cáncer de mama, otras funciones se activan o desactivan en los macrófagos. Por lo tanto, es muy difícil estudiar estas correlaciones complejas directamente utilizando muestras de tejido de los pacientes", han dicho los expertos.
Para superar este obstáculo, los científicos cooperaron con un grupo de trabajo de los Países Bajos, el cual ha estado trabajando durante muchos años en líneas de ratones afectados por ciertos tipos de cáncer de mama estrictamente definidos. Ahora se han buscado en estos animales la firma de las células cancerosas en los tumores.
En concreto, los investigadores aislaron macrófagos de ratones afectados por cáncer de mama y los compararon con los de tejido mamario sano, identificando así, a través de algoritmos informáticos de última generación, las diferencias genéticas entre las células malas.
Asimismo, encontraron firmas casi idénticas en las células cancerosas de muchas pacientes con cáncer de mama. "En este caso, fue posible transferir los resultados del ratón directamente a los humanos. Sin embargo, el requisito previo era que las pacientes sufrieran la misma forma de cáncer de mama que los animales. Los resultados también demuestran lo importante que es desarrollar modelos específicos de ratones según el tipo de cáncer", han dicho los expertos.