ZARAGOZA 16 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) ha propuesto a la Dirección General de Justicia del Gobierno autonómico crear una unidad de neurociencia forense en alianza con la multinacional del sector Neuronic, con sede en Zaragoza, para impulsar la investigación judicial y policial.
Así lo han anunciado este martes en rueda de prensa el director del Instituto, Salvador Baena, y la psicóloga forense Cristina Andreu, quienes trabajan en la preparación de las pruebas P-300 y N-400, a las que se someterá el exmiembro de la banda terrorista GRAPO Fernando Silva Sande en los próximos días con el objetivo de facilitar la localización de los restos del empresario zaragozano Publio Cordón, secuestrado en 1995.
Esta propuesta se enmarca en el plan de modernización planteado por el IMLA para "perfeccionar la medicina legal y forense", ha explicado Baena, apuntando que el plan pretende mejorar el servicio al ciudadano e incrementar el uso de las nuevas tecnologías.
Las técnicas que utilizará la nueva unidad de neurociencia forense se emplean en el ámbito clínico desde hace décadas, en el caso de Aragón en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, y los resultados están documentados por numerosos científicos.
Baena ha afirmado que cualquier innovación metodológica que se realiza a nivel forense requiere una serie de cambios que se llevan a cabo a diario y "la única forma" de validar una prueba es que sea "un traje a medida".
El director del IMLA ha puesto de relieve que estas pruebas no solo permiten ratificar datos, sino excluir líneas de investigación, lo que permite "evitar un gasto de energía, gastos económicos", favoreciendo la investigación judicial y policial.
POTENCIAL EVOCADO
La futura responsable de esta unidad, Cristina Andreu, ha expuesto que la P-300 y la N-400 son pruebas basadas en el potencial evocado cognitivo y registran la actividad eléctrica evocada por el funcionamiento cognitivo del sujeto sin que pueda impedirlo.
La P-300, ha continuado Andreu, guarda relación con los datos que permanecen en la memoria del sujeto y la N-400 con la discrepancia que el sujeto encuentra cuando se le presenta una asociación de estímulos. En cada prueba, los forenses recogen estímulos relacionados con el caso que investiga la Policía y confeccionan un "traje a medida" del sujeto.
Las pruebas se realizan consecutivamente, en la misma sesión, ya que la actividad del cerebro es continua. El sujeto verá una serie de fotografías y textos y se evaluará su respuesta.
Andreu ha confiado en que, con el paso del tiempo y con la colaboración de más profesionales y de Neuronic, se puedan desarrollar otras aplicaciones, como la detección de la simulación y de determinadas disfunciones, para optimizar la elaboración de pruebas periciales.
La psicóloga forense ha señalado que el neurofisiólogo José Ramón Valdizán, quien ha sido jefe de Servicio del Miguel Servet, fue uno de los impulsores de la realización de estas pruebas, actuando como perito en diversas investigaciones.