MADRID, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Instituto del Corazón Quirónsalud Teknon ha llevado a cabo "con éxito y por primera vez" el implante de una nueva generación de marcapasos sin cables, que permiten sincronizar las aurículas y los ventrículos del paciente.
Los marcapasos sin cable hasta ahora solo tenían la capacidad de estimular el ventrículo derecho sin tener en cuenta los eventos auriculares y, por tanto, de forma no coordinada con las aurículas. "Esto hacía que fueran indicados únicamente en pacientes con fibrilación auricular, lo que reducía en gran medida su aplicación. Este nuevo dispositivo que es capaz de sincronizar aurículas y ventrículos nos permitirá expandir de forma notable los pacientes que se pueden beneficiar de él", ha explicado el director del Departamento de Arritmias del Instituto del Corazón del Centro Médico Teknon, Antonio Berruezo.
El nuevo dispositivo, conocido como 'Micra AV' y desarrollado por la compañía Medtronic, se puede emplear tanto en los pacientes con fibrilación auricular, como en los que sufren algún tipo de bloqueo auriculoventricular. "Esto supone incrementar de forma notable qué tipo de pacientes se puede beneficiar. Hay que tener en cuenta que, en población de edad avanzada, por encima de los 65 años, este tipo de afección es bastante frecuente", ha añadido Berruezo.
Y es que, a diferencia de los marcapasos convencionales, los marcapasos sin cables se implantan directamente en el ventrículo derecho a través de una vaina de liberación. Esto es posible gracias a que su tamaño se ha reducido "enormemente".
"Aun así cuentan con una batería que puede durar perfectamente entre diez y doce años, lo que hace que sean completamente funcionales", ha apostillado el experto, para informar de que el nuevo marcapasos ha sido capaz de incorporar unos sensores que detectan a distancia cuándo la aurícula se contrae. De esta forma, apostilla, se puede programar el retraso necesario para contraer posteriormente el ventrículo y lograr su sincronización.
El hecho de implantarse directamente en el corazón a través de una vaina de liberación supone además que se reducen las complicaciones derivadas del procedimiento necesario para la colocación de un marcapasos convencional, que requiere entre otras cosas una anestesia general. Además, no está exento del riesgo de provocar un neumotórax y otras complicaciones a largo plazo derivadas del hecho de necesitar cables que van hasta el corazón y que tienen una durabilidad limitada.
"El nuevo marcapasos también reduce de forma significativa el riesgo de que se produzca una infección o endocarditis, que es otra de las complicaciones que pueden producirse en los marcapasos convencionales. A diferencia del marcapasos convencional, con el que puede notarse un relieve del dispositivo en la zona pectoral, aquí el paciente solo sabe que lleva el dispositivo porque nosotros se lo hemos dicho", ha zanjado Berruezo.