MADRID, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Instituto Clavel ha llevado a cabo una cirugía de columna pionera en el mundo para reparar una espondilolisis en la quinta vértebra lumbar sin tener que recurrir al método habitual, la fijación de la articulación dañada, y evitar así una reducción de la movilidad.
La intervención tuvo lugar el pasado 9 de julio en el centro barcelonés, ubicado en el Hospital Quirónsalud de Barcelona y especializado en cirugía de columna y neurocirugía, y fue practicada por los doctores Pablo Clavel e Ignasi Català.
El paciente, que fue dado de alta a los cuatro días de la operación, es un joven de 18 años de Guatemala que viajó expresamente a España para someterse a esta intervención tras sufrir de espondilolisis bilateral en la quinta vértebra lumbar desde que era adolescente.
Esta dolencia es una rotura o fractura que provoca una separación entre el cuerpo de la vértebra y su arco posterior. Las vértebras lumbares cuarta y quinta son las que suelen sufrir más esta patología, que puede tener un origen congénito o ser causada por problemas de consolidación de los huesos durante la infancia o adolescencia, o por traumatismos.
En los casos más severos de espondilolisis, se suele practicar una artrodesis. Se fija la vértebra dañada a otra mediante tornillos barras o injertos óseos y se bloquea la articulación para conseguir una mayor estabilidad y menos dolores y alteraciones funcionales. Sin embargo, la novedad que aporta la intervención realizada en el Instituto Clavel es que no ha sido necesario recurrir a esta fijación, por lo que la movilidad de la columna no ha quedado afectada "en ningún grado".
Los doctores Clavel y Català optaron por abordar este caso con una cirugía menos invasiva y anticipándose al riesgo de que el paciente acabara desarrollando una espondilolitesis. En lugar de practicar una artrodesis, fijando la quinta vértebra lumbar del paciente con su primera vértebra sacra, se decantaron por reparar la doble fractura que sufría el joven paciente a ambos lados de la vértebra en la estrecha zona del pars interarticularis.
Para ello, llevaron a cabo una osteosíntesis: unieron los huesos fracturados con unos tornillos de titanio muy pequeños y canulados (huecos para poderlos manejar con una guía). Además, trataron el hueso reparado con BMP-2, una proteína inductora del crecimiento del hueso que ayuda a consolidar fracturas.
La intervención se pudo llevar con una cirugía mínimamente invasiva gracias a la utilización del escáner intraoperatorio 'O-arm2', que incorpora un software de navegación intraoperatoria 'StealthStation'. "Este escáner permite navegar con datos de alta precisión, imágenes bidimensionales y tridimensionales durante las intervenciones en quirófano y en tiempo real. Además, disminuye un 50 por ciento la dosis de radiación utilizada en la toma de imágenes", explican desde el Instituto Clavel.
En este caso, guiados por el escáner intraoperatorio, los cirujanos practicaron dos pequeñas incisiones en la espalda del paciente y, a través de sistemas tubulares de dilatación progresiva, pudieron abordar y reparar la fractura vertebral. La opción de la osteosíntesis se valoró como válida en este caso teniendo en cuenta que era un paciente muy joven, por lo que "había más garantías de que se consolidara la fractura".
"Gracias a esta técnica, el posoperatorio es más corto. En menos de una semana el paciente ya puede estar en casa y, en un par o tres de meses, si la fractura se ha consolidado completamente, puede volver a hacer vida normal", concluyen los doctores.