La inmunosupresión individualizada mejora la calidad de vida de pacientes trasplantados de hígado

Reunión Nuevas Artes de Novartis
NOVARTIS
Actualizado: jueves, 25 octubre 2012 19:59

MADRID 25 Oct. (EUROPA PRESS) -

El hepatólogo de la Unidad de Trasplante Hepático de la Clínica Universidad de Navarra Ignacio Herrero asegura que la individualización de la inmunosupresión puede conseguir que el paciente trasplantado hepático tenga una calidad de vida "prácticamente comparable a la de la población general".

Así lo ha reconocido durante su participación en la novena edición de la Reunión Nuevas Artes que Novartis celebrado en Madrid, en la que más de 160 cirujanos y hepatólogos nacionales han revisado los últimos avances en el ámbito de la hepatología y el trasplante hepático, tales como la escasez de órganos o los tratamientos inmunosupresores.

Actualmente, y a la espera de nuevos avances que ofrezcan alternativas a la falta de donantes, se está trabajando por encontrar "el mejor inmunosupresor para cada paciente", dado que es la única forma de conseguir que éste aumente su calidad y esperanza de vida.

También se está investigando sobre la tolerancia a largo plazo, que haría posible alcanzar una situación de inmunotolerancia que no requeriría administrar inmunosupresores, aunque por el momento solo ha habido estudios a pequeña escala.

Aunque España tiene el índice de donación más alto del mundo (35,3 por millón de población), el desfase entre el número de pacientes que requieren un trasplante hepático y el número de donantes está aumentando la mortalidad en lista de espera.

Según la jefe clínico del Servicio de Cirugía Hepatobiliopancreática y Trasplante Hepático del Institut de Recerca Vall d'Hebrón, Itxarone Bilbao, "en el momento actual, tanto el trasplante de órganos en general como el hepático está siendo víctima de su propio éxito: la supervivencia del paciente trasplantado hepático ha mejorado gracias a los avances técnicos y a la experiencia adquirida, pero muchos mueren esperando un órgano que no llega, lo que distorsiona el éxito inicial".

Además de la disminución del número de órganos procedentes de donante cadáver derivada de la reducción de los accidentes de tráfico, hay un amplio abanico de indicaciones de trasplante hepático que explican este desfase.

La doctora Marina Berenguer, responsable del Grupo de Investigación de Hepatología en Medicina Digestiva del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitario La Fe de Valencia, destaca la "cirrosis no biliar provocada por el consumo de alcohol, problemas post-virales o la enfermedad grasa del hígado relacionada con la obesidad", una indicación en aumento en occidente.

Con el fin de procurar órganos suficientes para todos los pacientes, se están estudiando alternativas al trasplante clásico, como el trasplante de hepatocitos, el xenotrasplante, los órganos bioartificiales y la regeneración de tejidos mediante bioingeniería y células madre.

Sin embargo, tal y como señala Berenguer, "por el momento no ha habido resultados prometedores, por lo que paralelamente se está trabajando en mejorar las soluciones de preservación del injerto, reducir el número de pacientes que precisan un trasplante y evitar la progresión a cirrosis".