MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
Lesotho, en el sur de África, es uno de los países más afectados por la epidemia del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH/sida) en todo el mundo. De hecho, una cuarta parte de la población adulta está infectada con el VIH. Sin embargo, muchas personas no conocen su estado de VIH y, por lo tanto, no están recibiendo tratamiento. En las remotas regiones montañosas de Lesotho, el acceso a las pruebas y el tratamiento del VIH es especialmente desafiante. Los malos caminos y la necesidad de caminar durante horas para acceder al centro de salud más cercano impiden que los pacientes comiencen la terapia antirretroviral (TAR) o les lleva a interrumpir el tratamiento prematuramente.
Un estudio clínico, diseñado por 'Niklaus Labhardt' y su equipo en el Instituto Suizo Tropical y de Salud Pública (Swiss TPH) validó un nuevo enfoque. Los equipos de campo de SolidarMed, una ONG suiza, visitaron aldeas remotas en el norte de Lesotho. Consejeros de salud comunitarios y enfermeras capacitadas se acercaron a cada hogar de la aldea y ofrecieron una prueba voluntaria de VIH a los residentes. Aquellos que dieron positivo recibieron información sobre TAR y se les ofreció comenzar la terapia en casa el mismo día, un enfoque que permitió a los pacientes comenzar la terapia sin tener que asistir a una clínica distante.
UN PASO IMPORTANTE HACIA EL LOGRO DE LOS OBJETIVOS 90-90-90
"Con esta estrategia, llegamos a personas que viven en áreas rurales remotas que normalmente no se hacen la prueba o no comienzan el TAR. La clínica más cercana suele estar demasiado lejos y el viaje es demasiado caro", explica el investigador principal y especialista en VIH, Niklaus Labhardt, actualmente en el Hospital Universitario de Basilea, en Suiza. "Con esta simple estrategia, podemos ofrecer a los pacientes opciones de terapia más rápidas y exitosas", agrega.
Los resultados, que demuestran una prueba de concepto de este nuevo enfoque, se detallan en un artículo publicado este martes en 'Journal of the American Medical Association' (JAMA) y se presentan en la "Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas", que se celebra en Boston, Estados Unidos.
En comparación con las estrategias estándar, el número de pacientes tratados aumentó significativamente. Tres meses después de la prueba inicial de VIH en el hogar, el 69 por ciento de los pacientes se sometieron a tratamiento, un incremento del 26 por ciento con respecto al enfoque estándar (43 por ciento).
La adherencia a la terapia también fue mayor entre los pacientes. Un año después de comenzar la terapia, el VIH ya no era detectable en la mitad de los pacientes, lo que significa que no desarrollarán sida ni infectarán a otras personas con el VIH. En contraste, solo un tercio de los que siguieron la estrategia de tratamiento convencional tenían virus indetectables después de un año.
El estudio es uno de los primeros ensayos clínicos en evaluar una estrategia para alcanzar los objetivos 90-90-90 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el programa de Naciones Unidas ONUSIDA. Los objetivos 90-90-90 postulan que, para 2020, el 90 por ciento de las personas infectadas por el VIH deberían conocer su estado serológico, al menos el 90 por ciento de las personas con resultados positivos deberían recibir TAR y en el 90 por ciento de los sometidos a terapia, el virus tiene que estar suprimido.
La TAR tiene un efecto tanto terapéutico como preventivo, ya que las personas que se someten a TAR no pueden transmitir el VIH a sus parejas sexuales. "Nuestro estudio es un paso importante hacia el objetivo 90-90-90 --apunta Niklaus Labhardt--. Esta nueva estrategia debe integrarse en la atención de rutina en el sur de África para aumentar el acceso a la terapia del VIH que salva vidas".