MADRID 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
La consultora estratégica AT Kearney ha elaborado un informe para mejorar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) en el que proponen la introducción del copago sanitario en las consultas siempre que se fijen unos límites según la renta, la enfermedad y la prestación sanitaria que se solicite.
Así se desprende de las conclusiones del informe 'La sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud: ¿Ha dejado la sanidad de ser una prioridad social?', con el que se proponen una serie de recomendaciones para mejorar la utilización de los recursos y mejorar la financiación del sistema.
Para ello, explica el informe, el copago puede ser una "herramienta potente" para la redistribución de los esfuerzos financieros, ya que "aparte de su efecto moderador sobre la demanda, tendría impacto en la generación de ingresos a corto plazo".
No obstante, los autores del informe proponen que este sistema de copago, adicional al que ya existe en España para las prestaciones farmacéuticas, incorpore "límites tanto económicos para enfermos crónicos con múltiples dolencias, como al catálogo de prestaciones" sujetas a dicha medida.
En este sentido, afirman que la introducción de esquemas de copago con límites para distintos niveles de renta en Alemania ha producido una reducción en las consultas de Atención Primaria, "sin menoscabo al acceso de la población de rentas bajas o de salud crítica".
Del mismo modo, en Francia también se han estipulado "límites claros al copago protegiendo a aquellas personas de menor renta y a quienes padecen enfermedades crónicas que requieren un uso intensivo de los servicios sanitarios.
Por otro lado, pero también con el objetivo de "buscar nuevas fuentes de ingresos", proponen incrementar la creación de nuevos impuestos especiales sobre otros productos no sanitarios, como el tabaco o el alcohol, o dar luz verde a nuevas alternativas que generen ingresos de origen privado.
RECAUDAR POR PARKING, CAFETERÍAS O PUBLICIDAD
Estos ingresos, según detalla el informe, pueden estar bien asociados al consumo de particulares en los centros sanitarios (por ejemplo, de cafeterías, parking, tiendas o alojamiento para familiares) o como al consumo fuera de los mismos, dando entrada a la publicidad.
"Si bien no se va a erigir en una fuente muy significativa de ingresos para un centro hospitalario, la gestión de estos servicios puede ayudar a subvencionar la propia actividad como fuente de ingresos adicional", explican los autores.
En el informe también proponen la actuación conjunta entre el Gobierno y las comunidades para "revertir la pérdida de peso de la sanidad en el gasto público, priorizándola frente a otras partidas presupuestarias".
Asimismo, concluyen que las comunidades necesitan disponer de más fondos que actualmente se encuentran en manos de la Administración General del Estado, sugiriendo que estos "queden parcialmente condicionados por el cumplimiento de determinados objetivos sanitarios".