La información médica mejora la calidad de vida de los pacientes alérgicos y reduce el impacto de la enfermedad

Alergia, estornudo, catarro
IMEO
Actualizado: viernes, 8 marzo 2013 18:28

MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

La información médica mejora la calidad de vida de los pacientes alérgicos y reduce el impacto de la enfermedad, según ha asegurado el jefe del servicio de Alergología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, José Manuel Zubeldia, quien ha participado en la elaboración del 'Libro de las enfermedades alérgicas de la Fundación BBVA', que ha contado con la colaboración de la Fundación de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic).

Y es que, según ha advertido la Seaic, esta primavera será "peligrosa" para los pacientes alérgicos, dado que la elevada pluviosidad y la humedad atmosférica que se ha registrado en los últimos seis meses hacen prever un total de 5.100 granos por metro cúbico de aire para esta primavera, el doble que la anterior.

De hecho, se estima que una de cada cuatro personas en España padece algún trastorno alérgico, por lo que la información es clave para un adecuado manejo de la enfermedad y sus brotes. Por ello, y con el objetivo de dotar al ciudadano del "mejor" conocimiento científico en un lenguaje "comprensible", 64 alergólogos han creado este libro que, a lo largo de 52 capítulos, informa sobre el conocimiento científico más actual de estas patologías.

"El acceso a la información médica redunda positivamente en la calidad de vida del paciente alérgico y reduce el impacto que provoca la enfermedad. Nuestro objetivo con esta obra es dar a conocer a la población el origen de las enfermedades alérgicas, sus manifestaciones, los métodos actuales de diagnóstico, la prevención y el tratamiento, para mejorar la calidad de vida de los pacientes alérgicos", ha explicado Zubeldia.

Y es que, una de las consecuencias de la desinformación suele ser el abandono terapéutico ya que, a pesar de la eficacia demostrada de la inmunoterapia (vacunas antialérgicas), en España, la mitad de los alérgicos no siguen el tratamiento correctamente o lo abandona prematuramente.

LAS VACUNAS PUEDEN MODIFICAR EL CURSO DE LA ENFERMEDAD

"En contra de la impresión de que las alergias no tienen cura, en alergia respiratoria a pólenes, ácaros, hongos y epitelios, las vacunas han demostrado que pueden modificar el curso natural de la enfermedad, pudiendo en muchos casos llegar a la curación. Las vacunas pueden combatir ciertas enfermedades alérgicas ya que mejoran los síntomas, detienen la progresión y previenen el desarrollo de nuevas sensibilizaciones", ha explicado el experto.

Dicho esto, ha recordado que existen estudios que demuestran que los pacientes que reciben una adecuada información mejoran su calidad de vida, disminuyen sus visitas imprevistas a Urgencias y reducen sus ingresos hospitalarios. En concreto, los síntomas nasales son el motivo de consulta del 57,4 por ciento de los pacientes atendidos en los servicios de Alergología, y se ha detectado un 22 por ciento de prevalencia en España.

Por todo ello, los autores han recomendado que, para evitar o reducir los síntomas, no se abran las ventanas ni a primera hora de la mañana ni cuando la noche, ya que es en estas horas cuando los niveles de pólenes están más elevados; ducharse y cambiarse de ropa al llegar a casa; procurar no tender la ropa en el exterior, sobre todo los días de recuentos de polen altos, ya que los granos de polen pueden quedarse atrapados en las prendas; usar gafas de sol, gafas antipolen y mascarilla, para que el polen no pueda entrar en contacto con los ojos y la mucosa nasal.

Asimismo, han aconsejado poner filtros antipolen en los aparatos de aire acondicionado, tanto en el domicilio como en el coche; cuando se viaje en coche, hacerlo con las ventanillas cerradas; evitar actividades que puedan remover partículas de polen, tales como cortar el césped o barrer la terraza; disminuir las actividades al aire libre entre las 5-10 de la mañana y las 7-10 de la tarde; permanecer el mayor tiempo posible dentro de casa durante los días de mayores concentraciones de pólenes, sobre todos los días de viento; no dormir cerca de fuentes de pólenes alergénicos; y si se tiene jardín, evitar tener plantas que polinicen por el aire.

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