MADRID 17 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las inflamaciones vaginales representan el 25 por ciento de las consultas al ginecólogo, según ha asegurado a Europa Press la ginecóloga y experta de Centradaenti de Tena Lady, Gema García Gálvez, quien ha informado de que estos problemas suelen aparecer durante el embarazo y la menopausia.
Se trata de un problema que, sin ser una patología grave, afectan "seriamente" al bienestar de un "gran número" de mujeres ya que, además, en muchas ocasiones suelen aparecer en un corto espacio de tiempo. Los principales síntomas son escozor, picor y mal olor.
"Muchas veces no existe infección como tal, sino una alteración del 'ecosistema vaginal' que hay que cuidar a lo largo de la vida de la mujer", ha argumentado la experta, para señalar que esta zona está definida por el grado de acidez del pH vaginal.
En este sentido, ha proseguido, un pH normal (4,5) es clave para mantener una buena salud vaginal, sin embargo, durante el embarazo se hace más ácido aún (3,5) aumentando el riesgo de infecciones vaginales y urinarias. Del mismo modo, en la menopausia el pH se hace más básico (6-7) y la falta de estrógenos propia de este periodo genera sequedad vaginal, lo que provoca que las inflamaciones no infecciosas sean más frecuentes.
"Los tratamientos hay que personalizarlos en cada etapa de la vida. No obstante, lo primero que hay que hacer es descartar que no haya una infección y, si no la hay, mejorar la flora y el pH con geles adecuados o con probióticos vaginales. Además, en el caso de la menopausia es recomendable utilizar hidratantes y productos que favorezcan la regeneración de la vagina como, por ejemplo, aquellos que contienen centella y ácido hilaurónico", ha explicado García Gálvez.
En concreto, los regenerantes vaginales están especialmente indicados para la menopausia ya que hidratan y calman la zona íntima, como el ácido hialurónico, y regeneran las mucosas como, por ejemplo, la centella asiática.
Por último, la especialista ha destacado la necesidad de extremar las precauciones en verano por el exceso de sudoración y los baños en playas y piscinas. "Hay que darle un cuidado mejor o igual que el que se hace con la piel", ha zanjado.