NUEVA YORK, 26 Ene. (Reuters/EP) -
La Asociación Americana del Corazón (AHA, en sus siglas en inglés) asegura que las causas y los síntomas de un infarto de miocardio son diferentes entre hombres y mujeres, por lo que también podrían precisar una atención médica distinta cuando se produzcan, según una declaración científica publicada en la revista 'Circulation'.
"Las mujeres parecen llevarlo peor por varias razones", ha reconocido Laxmi Mehta, director de Salud Cardiovascular de la Mujer en la Universidad Estatal de Ohio en Columbia, Estados Unidos, y uno de los autores de dicho artículo.
Aunque han visto que en ambos sexos el principal síntoma que alerta de su aparición es el dolor en el pecho que se produce antes y durante el infarto, las mujeres son más propensas a sufrir síntomas inusuales como problemas para respirar, náuseas, vómitos, dolores de espalda o cuello.
Y cuando acuden a un hospital, también han visto que las mujeres son menos propensas que los hombres a ser tratadas con medicación para prevenir la formación de coágulos, disminuir la carga de trabajo del corazón, la presión arterial o el colesterol.
"Hay mucho en juego en las mujeres cuando se tarda en tratar o hay problemas de adherencia", ha explicado Laxmi Mehta, director de Salud Cardiovascular de la Mujer en la Universidad Estatal de Ohio en Columbia, Estados Unidos, y uno de los autores de dicho artículo, tras haber observado que "presentan tasas más altas de insuficiencia cardiaca, reingresos hospitalarios o fallecimientos".
Además, la AHA precisa que los infartos están causados por la obstrucción de las principales arterias que van al corazón en ambos sexos, pero la forma en que se producen tales coágulos también suele ser diferente por sexos, según detallan en la declaración científica.
NO SE FORMAN IGUAL
En cuanto a las causas del infarto, detallan que los hombres suelen tener una obstrucción más "clásica" como consecuencia de las placas que se rompen en la pared arterial, provocando que el flujo sanguíneo suba hasta el corazón, ha explicado Sheila Sahni, responsable de Salud Cardiovascular de la Facultad de Medicina David Geffen de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
En las mujeres, en cambio, es más frecuente que se produzca una erosión de las placas que van formando pequeños coágulos sanguíneos que, en ocasiones, no provocan una obstrucción inicial sino que es más fruto de su progresivo desprendimiento.
Además, en el género femenino los infartos suelen producirse 10 años después que en los hombres, lo que las hace más frágiles ante esta dolencia y favorece que puedan ser también propensas a sufrir otros trastornos como una diabetes, que incluso puede complicar su tratamiento.
Los factores de riesgo también se diferencian por género, con una hipertensión arterial más fuertemente asociada con los infartos en mujeres que en hombres. Y en las mujeres jóvenes que presentan diabetes, el riesgo de enfermedad cardiaca es de cuatro a cinco veces mayor que en un hombre de edad similar.
Y la raza también puede ser un problema. En comparación con las mujeres blancas, las de raza negra tienen una mayor incidencia de infartos a cualquier edad, al tiempo que también han visto que las más jóvenes presentan una mayor mortalidad antes de recibir el alta hospitalaria. Además, las mujeres de raza negra u origen hispano también son más propensas a tener factores de riesgo cardiovascular asociados, como diabetes, obesidad o hipertensión arterial.