MADRID 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
Expertos de la Universidad de Texas recomiendan incluir el historial de viajes a la evaluación del paciente para identificar el riesgo de exposición potencial al coronavirus, según publican en un comentario en la revista 'Annals of Internal Medicine'.
Por lo general, los médicos evalúan la temperatura, la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria y la presión arterial durante un examen físico. Agregar este quinto 'signo vital podría ayudar a prevenir la propagación de enfermedades infecciosas emergentes geográficamente vinculadas, como CoVID-19, añaden.
Los autores, de la División de Enfermedades Infecciosas y Medicina Geográfica del Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas, dicen que las lecciones del SARS, MERS y el Ébola sugieren que la identificación temprana de casos a través de la verificación del historial de viajes es fundamental para proteger tanto a los pacientes como a quienes los cuidan.
En 2014, un paciente se presentó en un departamento de emergencias de Dallas después de regresar de Liberia con fiebre baja, dolor abdominal, mareos, náuseas y dolor de cabeza. El paciente tenía Ébola, pero los médicos no incluyeron el historial de viajes en las constantes vitales del paciente y se pasó por alto el diagnóstico.
En las primeras 6 semanas de la epidemia actual, el número de casos de CoVID-19 ha superado los del SARS y MERS, lo que plantea dudas sobre las estrategias para controlar la propagación de la infección.
Los datos disponibles específicos para CoVID-19 sugieren que la detección y la restricción de viajeros pueden tener un impacto limitado en la contención.
Los autores sostienen que los signos vitales de los pacientes son indicadores poderosos de la urgencia de que necesitan atención y qué camino tomar.
Un historial de viaje simple y específico puede ayudar a los médicos a poner los síntomas de la infección en contexto y desencadenar un historial más detallado, pruebas apropiadas e implementación rápida de medidas de protección.