MADRID, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
El ejercicio en personas con espondiloartritis mejora la forma física, la flexibilidad de la columna y el dolor; además, disminuye la inflamación, puede mejorar el estado de ánimo y, en definitiva, aumentar su calidad de vida, tal y como ha puesto de manifiesto la Fundación Española de Reumatología (FER), que acaba de lanzar la campaña 'Reumafit' para promover el deporte entre pacientes.
"La actividad física y el ejercicio mejoran los síntomas de la espondiloartritis, previenen muchas de sus consecuencias a medio-largo plazo y pueden limitar la influencia negativa en su evolución de factores como enfermedades asociadas y los efectos secundarios de la medicación", explica la reumatóloga Cristina Macía, coordinadora de la Comisión de relaciones con pacientes de la FER.
Sin embargo, recuerda que la inactividad física es frecuente en estos pacientes, y se asocia con peor función física, más síntomas (como dolor e inflamación) y peor calidad de vida.
"A pesar de que todas las guías clínicas y documentos de consenso internacionales consideran la actividad física y el ejercicio como elementos básicos del tratamiento de la espondiloartritis, las personas con esta enfermedad reumática realizan, habitualmente, menos actividad física que la población general", lamenta.
Con todo, en caso de que estos pacientes hagan ejercicio, la especialista recuerda la importancia de contar con la supervisión de profesionales del deporte, "con ejercicios de acuerdo a las limitaciones y necesidades de cada una".
A la hora de elegir el tipo de ejercicio, es fundamental que la persona se encuentre a gusto realizándolo, porque de esta manera será más fácil que cree el hábito de practicar ejercicio de manera habitual, es decir, al menos tres veces por semana.
En el marco de la campaña 'Reumafit', la FER y AGAER han organizado un taller de ejercicio físico en agua de mar para personas con espondiloartritis. Este taller, impartido por Naiara Irazusta, fisioterapeuta de La Perla Donostia, se ha enfocado en ejercicios para movilizar distintas articulaciones y fortalecer la musculatura de espalda y core (músculos abdominales, lumbares, de la pelvis, los glúteos y la musculatura profunda de la columna).
"Se trata de realizar ejercicios de bajo impacto para movilizar de manera suave todas las articulaciones y mantener el recorrido articular, aprovechando la propia resistencia del agua para fortalecer la musculatura", ha señalado la especialista en fisioterapia.
Irazusta explica que "el ejercicio en agua de mar ayuda a reducir el dolor, la inflamación y mantener la capacidad funcional lo que favorece que puedan realizar las actividades de su vida diaria y mejorar su calidad de vida".
Miren Barrio, presidenta de AGAER y paciente de espondiloartritis, asiente al escuchar los beneficios que menciona la fisioterapeuta. "Para nosotros movernos es fundamental porque el dolor disminuye con el movimiento. Aunque estás mal, lo poco que puedas hacer mejora muchísimo tu día a día", asegura.
Además, la presidenta de AGAER destaca otros aspectos beneficiosos de realizar ejercicio físico junto a otros pacientes. "No es solo la mejora física, sino el hecho de socializar, de compartir con personas que entienden tu dolor. Es un momento en el que la salud mental también se ve beneficiada, por las endorfinas que produce hacer ejercicio y por compartir con personas que te entienden porque también conviven en su día a día con una enfermedad reumática que es crónica", explica Barrio.