MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
La profesora y neumóloga de AdSalutem Instituto del Sueño, María José Masdeu, ha advertido de que se suele subestimar el efecto del sueño en el rendimiento académico, "cuando realmente es equiparable al factor nutricional", pues el sueño inapropiado dificulta la cognición, altera la memoria y la toma de decisiones.
Según AdSalutem, se estima que entre el 60 y 70 por ciento de los adolescentes cargan con un déficit de sueño debido a la privación crónica del mismo, lo que dificulta su rendimiento académico. Este problema se acrecienta durante el año previo a la universidad, el periodo de preparación de exámenes de acceso y los años de facultad, advierten los especialistas de AdSalutem Instituto del Sueño.
La evidencia científica indica que el sueño juega un papel esencial en todos los procesos fisiológicos y cognitivos. Así, una sola noche de privación de sueño altera la percepción, dificultando la toma de decisiones y modificando la capacidad de memoria y aprendizaje.
Ante esta realidad y la proximidad de los exámenes de selectividad que deberán afrontar más de 200.000 estudiantes en España en los próximos días, los expertos de AdSalutem recomiendan una serie de pautas de higiene del sueño para optimizar el rendimiento.
En primer lugar, reservar 8 horas diarias para el sueño, ya que un buen descanso ayuda a consolidar la información aprendida. Por otro lado, las siestas, de 30 minutos máximo y antes de las 17.00 horas, ayudan a consolidar los conocimientos adquiridos.
Otro consejo es hacer un rápido repaso y leer por encima la materia estudiada antes de dormir, pero, advierten, "no es recomendable estudiar en la cama". Asimismo, estos expertos recomiendan mantener rutinas regulares de sueño y comidas, que no varíen demasiado entre semana comparado con el fin de semana.
Además, aseguran, hacer ejercicio físico por las mañanas ayuda a conciliar el sueño por la noche. También hacen hincapié en la importancia de evitar tomar substancias estimulantes por la tarde-noche para una mejor conciliación del sueño y mantenimiento. Evitar el tabaco y/o el alcohol y otras drogas es otra de las indicaciones, ya que tienen efectos nocivos contra el sueño y la salud en general.
Por otro lado, abogan por evitar dispositivos electrónicos una hora antes de ir a dormir y, en caso de utilizarlos, recomiendan usar el filtro de luz naranja (night shift). Por último, aconsejan reservar 10-15 minutos al día para relajarse o expresar las emociones. En este sentido, llas técnicas de meditación, mindfulness, yoga o tai-chi, por ejemplo, pueden ser de gran utilidad para conseguirlo.
Así, inciden en que la cantidad y la calidad del sueño es decisiva en el rendimiento académico. En este sentido, una revisión publicada en la 'Revista de Neurología' analizó 30 estudios que relacionan varios indicadores de calidad de sueño y el rendimiento académico de estudiantes universitarios. Así, la somnolencia diurna debida a la privación de sueño disminuye la atención y se asocia con peores resultados académicos.
Otras investigaciones sugieren que los estudiantes universitarios que se privaron de sueño una o más noches durante los exámenes, tenían peor rendimiento. Contrariamente, otro artículo confirmó que los que evitaron la privación de sueño la semana anterior a la prueba obtenían mejores notas. Así, los estudios consideran especialmente relevante el período de preparación y de realización de exámenes, indicando que "la calidad de sueño predecía un mejor rendimiento académico, tanto por lo que respecta a las notas como a los objetivos de aprendizaje". Además, mantener la regularidad del sueño y los biorritmos durante el fin de semana también resultó beneficioso para el rendimiento de los estudiantes. Finalmente, también se halló una asociación indirecta mediada por el estado de ánimo, factor que también mejora con un descanso adecuado.
Así pues, los últimos hallazgos en medicina del sueño muestran que el sueño ejerce un papel centralizador y sinérgico con el resto de los elementos del estilo de vida como el ejercicio, la alimentación o el estado psicológico y emocional, aumentando los beneficios de cualquier intervención diseñada para mejorar la salud integral de jóvenes y adultos.