MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las enfermedades crónicas son diferentes en hombres y mujeres, haciendo que tanto el diagnóstico como el tratamiento sean también distintos entre ambos sexo y, por ello, "es importante hacer estudios específicos en las mujeres de patologías tradicionalmente consideradas masculinas, así como reflejar las especificidades en los consensos o guías de práctica clínica médica", como ha destacado la vocal del Comité Científico del IX Congreso Nacional de Atención Sanitaria al Paciente Crónico, la doctora Alba Riesgo.
El Congreso, organizado por la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), ha acogido la mesa 'Mujeres, hombres y viceversa en cronicidad', para así tratar las diferencias entre los hombres y las mujeres en las distintas patologías, como por ejemplo la insuficiencia cardíaca, enfermedad que "en las mujeres se relaciona más frecuentemente con la hipertensión arterial de larga evolución mientras que en los varones la etiología fundamental es la cardiopatía isquémica", subraya Riesgo.
"Es necesario realizar más investigación y poner mayor foco en las diferencias entre ambos perfiles de pacientes, pues hasta hace 20-25 años, los grandes ensayos clínicos no incluían mujeres en sus poblaciones de estudio, y es evidente que hay diferencias y hay que tenerlas en cuenta", ha añadido la doctora.
Así, Riesgo también ha señalado la importancia de personalizar el tratamiento, ya que "hay evidencia de que fármacos para un mismo problema funcionan diferente si el paciente es varón o mujer".
Otro de los asuntos abordados en la mesa ha estado relacionado con que las causas de una misma patología son diferentes según el género y "es verdad que las mujeres premenopáusicas están protegidas por los estrógenos frente a algunas patologías, fundamentalmente cardiovasculares, pero estudios recientes han demostrado que cuando una mujer joven tiene un infarto, es más probable que fallezca que si el paciente es un varón joven", afirma la experta.
"Por eso debemos de tratar individualmente a cada paciente y evitar tratar a las mujeres con menos intensidad pensando que quizás ellas tienen menos riesgo porque no es cierto", ha concluido la doctora.